Pero al analizar la encuesta se impone un dato: sólo el 13 por ciento continuó la relación y terminó casado con su primer amor. La cifra parece baja si se tienen en cuenta los \"hermosos y gratificantes\" recuerdos generados en la memoria de aquel ser amado, capaz de hacer brillar los ojos a muchos de los entrevistados.
En este punto podría hacerse una objeción generacional y decir que antiguamente era usual contraer matrimonio con el primer noviecito. Y que ahora eso ya no pasa. Sin embargo, la proporción se reparte de manera más o menos equitativa entre las distintas franjas de edad que abarca el estudio: 400 hombres y 400 mujeres de entre 30 y 60 años de Capital y provincia de Buenos Aires.
\"La gente respondió pensando en el primer enamoramiento y no en la primera experiencia sexual. Este enamoramiento pudo haber sido correspondido o no, y pudo tener relaciones sexuales o no, es decir, son los encuestados los que definieron qué era su primer enamoramiento. Y en la muestra se verificó que no cambió, al menos en 30 años, la incidencia de los casamientos con el primer amor\", dice el psicólogo Marcelo Pérez.
En el estudio —parte del proyecto de investigación \"Emociones y salud mental: impactos salugénicos y patogénicos de las relaciones románticas en adolescentes y jóvenes\"— también participaron las psicólogas Alicia Cayssials y Ana D\'Anna. Los tres son profesores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad de Palermo (UP). \"Memorias del primer amor\" (publicado en la revista Psicodebate, de la UP), fue financiado por la UBA y dirigido por Martina Casullo, doctora en Psicología y directora del Doctorado en Psicología de UP.
\"Popularmente, se considera que el primer amor es algo positivo (salugénico), pero queríamos verificarlo empíricamente. Encontramos —en una revisión bibliográfica— pocos estudios científicos sobre la incidencia del primer enamoramiento en la salud psíquica de la gente. Eso nos llevó a investigarlo por medio de un instrumento diseñado especialmente para recoger información sobre los significados que les dan las personas, y en qué momento de sus vidas lo sitúan\", dice Pérez.
Y siguiendo las respuestas, el momento es, en promedio, los bonitos 15 años. Ocho de cada diez contestaron que \"el flechazo\" ocurrió antes de los 17 años (el 50 % entre los 14 y los 17). Hubo un 2 % que aseguró haber experimentado esta sensación en la primera infancia. Pero también están los que tuvieron que esperar más: un 14 % dijo haberse enamorado entre los 18 y los 21. Ninguna persona ubicó a su primer enamoramiento después de los 37 años.
La pubertad y la adolescencia son los momentos clave para enamorarse por primer vez, y esto es independiente del sexo, edad, ocupación, lugar de residencia y estado civil actual. Una diferencia que sí hay entre hombres y mujeres es que ellas se enamoraron con mayor frecuencia (54%) que los varones (31%) de alguien mayor. Y el amor ¿fue correspondido por la persona amada? El 70% dijo que sí. Y el 30% que fue \"platónico\".
A pesar de los buenos recuerdos que inspira este primer amor, para muchos está en un segundo plano de la memoria. Sólo el 9 % admitió que piensa frecuentemente en el tema. El estudio incluyó una serie de adjetivos para significar aquel primer enamoramiento. Los calificativos elegidos por la mayoría fueron los mejores: bueno, lindo, sincero, limpio, valioso, agradable. \"Hay que tener en cuenta que la mayoría situó su primer amor en la adolescencia. Y que el amor se va resignificando con los años. Se dice que todo tiempo pasado fue mejor, ¿no? Tal vez no fue así, pero a la distancia se idealiza todo\", dice Pérez.
En Psicología de las masas y análisis del yo, Sigmund Freud sostiene: \"En el enamoramiento, el objeto amado queda sustraído de toda crítica, siendo estimadas todas sus cualidades en el más alto valor. Lo que aquí falsea el juicio —aclara—, es la tendencia a la idealización\". Partiendo de esa idea, y de acuerdo a las respuestas, los autores concluyen: \"El primer amor no sólo es idealizado en el momento en que la experiencia es vivida, sino que su recuerdo conserva también esta característica. Las personas viven y recuerdan su primer enamoramiento con características positivas\".