En los siete días que tienen de plazo para concretar sus obras —trabajadas en mármol, metal o madera—, los escultores son evaluados por un jurado de especialistas, pero también por el público. Junto con el premio principal, se otorgan también dos distinciones que son definidas, una por el voto de los visitantes adultos de la Bienal, y la otra con el sufragio de los niños que constantemente pasan por la plaza.
Este año, Tulián se quedó con el premio del jurado por "Q.E.P.D América"; el segundo fue para el paraguayo Gustavo Beckelmann por "Semilla"; y "Moonrise", del norteamericano Hanna Jubran, se alzó con el tercero. Pero el más emocionado de todos fue el peruano Aldo Shiroma Uza, que ganó el premio del público y el de los niños con "El migrante" . También el Fondo Nacional de las Artes entregó un reconocimiento propio, que recayó en el búlgaro Milen Vassilev, por "Desarrollo".
"No me lo esperaba; por cábala nunca pienso que puedo ganar un premio", dijo Tulián minutos después de haber escuchado el anuncio de su triunfo y la ovación que le tributaron miles de personas que inundaron la plaza chaqueña. Shiroma Uza, ganador en las votaciones del público y de los niños, estaba casi en estado de shock. "Estoy atónito —dijo—, se me paró el corazón".