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Clarín: Una confusa jornada de protesta

Todavía el día no lograba secarse de la humedad de la mañana cuando los chicos del Normal Nº 4 tiraron el primer baldazo de agua para limpiar los pisos de su escuela. Faltaban unas horas para que cortaran el cruce de las avenidas Rivadavia y Acoyte, una de las esquinas de Buenos Aires en las que ayer protestaron los estudiantes secundarios.

20 de mayo de 2005, 14:28.

"La lucha es común a todos: pedimos el arreglo de los edificios", contaba Lautaro, de 17 años, y del Centro de Estudiantes. Durante la noche, él junto a un grupo de representantes de 50 escuelas porteñas y del Gran Buenos Aires habían definido cómo serían las protestas que protagonizaron ayer.

El miércoles en una aula de la Facultad de Ciencias Sociales habían votado tomar ocho escuelas y en el resto realizar jornadas de reflexión, cortes o, como en el edificio del Normal 4, limpieza de las aulas.

La crónica de la protesta comenzó ayer temprano en el edificio de Rivadavia 1950 y se volvió caótica con el ritmo propio que los adolescentes le dieron. "El agua salía negra" contaba Belén de 14 y del 2º 4a a las 11.30 de la mañana. "El edificio tiene problemas, no es el peor de Buenos Aires pero —por ejemplo— muchas veces no tenemos clases de Educación Física porque el gimnasio está mal", decía Victoria, de 14. "Sí, sí —aclaraba una amiga—. Lo arreglaron, pero enseguida se rompió el piso".

A esa altura se habían anunciado varios cortes de calles que no llegaron a concretarse. Las escuelas tomadas —según la Secretaría de Educación porteña— eran cinco (el Mariano Moreno, el Julio Cortázar, el Mariano Acosta y la Esnaola, de música) más el Carlos Pellegrini, que pertenece a la Universidad de Buenos Aires.

Cuando había pasado una hora del mediodía, el grupo del Normalº 4 caminó una cuadra y media hasta la esquina de Acoyte y Rivadavia. De a poco llegaron los chicos de cuatro escuelas más. Cuando eran las dos de la tarde se reunió una asamblea.

Los reclamos conjuntos eran, además de la cuestión edilicia, más becas y que las viandas sean diarias. Desde el Gobierno de la Ciudad aclararon que, en el caso del Normalº 4, se entregan 160 colaciones, 70 más que 2004.

También ayer desde la Legislatura porteña dieron una respuesta a la demanda por el mal estado de los edificios: se aprobó una ley", cuyo objetivo es dotar a los establecimientos educativos públicos de un sistema de prevención de accidentes.

A esa altura, y espontáneamente, los chicos que estaban en Acoyte y Rivadavia habían decidido marchar hacia el Mariano Acosta. El colegio permanecía tomado. Como el grupo de algo más de 200 chicos no pudo hacer la asamblea adentro, cortaron Rivadavia.

Casi al mismo tiempo, los alumnos del Nacional Buenos Aires también salían a la calle para participar de una clase pública. "Cuando se hace una medida como ésta, porque nos preocupamos por nuestra educación, nos comienzan a atacar. Dicen que somos vagos. Yo no creo que los chicos del Normal 9 lo sean", dijo Pablo Brioda, del Centro de Estudiantes. El rector, Horacio Sanguinetti, explicó a Clarín: "no hay toma.Por normas internas, por eso pueden quedar libres".

Habían pasado las siete de la tarde cuando otra asamblea comenzó en el Mariano Acosta. Era la segunda del día: los estudiantes suspendieron hasta el lunes la toma. Esperan una respuesta del Gobierno porteño. El día terminaba.

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