Victoria Tatti. FORMOSA ENVIADA ESPECIAL
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Pasó la noche del miércoles dentro de un sobre de papel madera, lacrado. Un día después, ese informe de doce páginas repletas de pruebas, puso muy, pero muy cerca de perder sus cargos, al rector de la Universidad Nacional de Formosa (Unaf) Carlos Dalfaro y al decano de la Facultad de Administración, Economía y Negocios, Héctor Quijano.

El máximo órgano de gobierno de la Universidad, su Consejo Superior, resolvió ayer por unanimidad la "falta de vigencia e invalidez legal de los convenios entre las instituciones Cibernos, World College y Unaf, y la imposibilidad jurídica de que esos acuerdos funden la emisión de títulos válidos"; acusó a los dos funcionarios —con licencia obligatoria— de violación de sus deberes legales, académicos e institucionales, y convocó para el lunes a las 20 a la Asamblea Universitaria.

En esta máxima instancia (que incluye a los consejeros de todas las facultades) se recibirá nuevamente el informe que elaboró la Comisión investigadora de la Unaf —ya se considera propio del Consejo Superior—, escucharán los descargos de los acusados, y resolverán la suspensión o separación de sus cargos.

Los nueve integrantes elaboraron un documento con dictamen único tan irrefutable sobre la responsabilidad de los dos funcionarios sospechados en la entrega de títulos inválidos en España, que lograron el voto unánime de los consejeros superiores en cuestiones clave. Hasta ayer no había certezas sobre cómo iban a votar. Pero en el recinto no se escuchó ni una sola voz que defendiera a Dalfaro y Quijano.

Todos los oradores mostraron la misma preocupación. La necesidad de enviar una señal clara a los estudiantes, sus padres y a los docentes. "No podemos medir la magnitud del daño. Es tiempo de que levantemos la cabeza", dijo María de la Cruz Colombrera de Castañera, decana de la Facultad de Humanidades. La reunión de ayer tuvo días previos de mucha tensión, con fuertes presiones políticas de ida y vuelta. Sin embargo, el debate fue serio. De entrada, nomás, la profesora Gladis Mazza dijo que estaba en juego "la seriedad institucional y académica", y por eso fue la primera en proponer la "suspensión y separación del cargo de Dalfaro y Quijano". El decano de la Facultad de Salud promovió el llamado a Asamblea Universitaria. Y el decano de Recursos Naturales, Julio César Gómez, insistió, como otros consejeros, en la necesidad de enviar a los "acusados" copia del informe para que puedan asegurar su justa defensa y no infringir ese derecho.

Las consejeras fueron duras. Como la profesora Olga Comello, quien sugirió votar de manera urgente algo que el informe demostró: la nulidad de 17 títulos —cuyas matriculaciones se encontraron y todos los que aparezcan— de la carrera de Licenciatura en Sistemas.

Las pruebas demostraron que todos los estudiantes son técnicos superiores en Informática, de nivel terciario, con título expedido por el World College. Que todos son madrileños y todos fijan domicilio en Rivadavia 62, Ushuaia. Todos, también, habrían sido examinados entre el 25-11-03 y el 28-9-04 en 16 materias de la licenciatura de Sistemas.

Hay más irregularidades: sólo tres profesores integran el cuerpo docente para examinarlos en 16 materias y los contenidos de los programas son iguales a los que se dictan en Formosa. Las actas de los exámenes —según establece el documento conocido ayer— se hicieron en Ushuaia y fueron enviadas a Formosa donde se extendieron los certificados analíticos. Nunca viajaron a Ushuaia los directivos de la Unaf.

En el informe consta también alguna punta sobre la ruta del dinero. El 9 de marzo de 2005 ingresaron a la cuenta corriente de la Unaf $ 39.655 en concepto de matrículas y aranceles por títulos expedidos, depositados por el rector del World College Jorge Gorosito.

El secretario administrativo declaró desconocer los conceptos por los que se percibió esa cantidad de dinero.