El Congreso colombiano debate durante esta semana de mayo el acuerdo económico entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Los países involucrados en el acuerdo son Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela (CAN) y Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay (Mercosur). La suma total entre los países arroja un resultado de 200 millones de personas.
Entre los beneficios principales que presentan los comunicados oficiales acerca del acuerdo, establece un arancel cero para las materias primas y bienes de capital, y una reducción paulatina de las tarifas arancelarias durante los próximos 15 años.
Los sectores colombianos que entran en el tratado son el textil, de alimentos procesados y el de papel. Mientras que el azúcar no se somete al acuerdo. Además de dejar de lado el café y el banano, cuyo poderío corresponde a Brasil.
Si bien no hay demasiados inconvenientes para que el proyecto sea aprobado, se presentaron algunos debates en torno al peligro que traería aparejado dicho acuerdo. Las palabras levantadas en contra provienen del sector gremial, quienes señalaron que dicho acuerdo es más peligroso que un tratado de libre comercio.
La oposición se respalda en las palabras del Ministro de Comercio Exterior de Colombia, Botero, quien dijo que “el acuerdo con Sudamérica es un trampolín hacia el ALCA”.
Este es el punto principal del debate. El acuerdo parecería ser sólo una excusa de Colombia para poder negociar con más facilidad con el país del norte americano. A esto se le suman las normas internacionales por las cuales las concesiones otorgadas a un socio comercial deberán extenderse a terceros, de tal forma que lo concedido al Mercosur podría ser trasferido a los Estados Unidos por medio de un tratado de libre comercio con ese país.
El fin sería que todos los acuerdos converjan en uno sólo de libre liberalización.
Además a esto se le suma que el texto oficial que informa a la población colombiana acerca de este acuerdo, fue emitido en forma tardía.
Todos estos factores encontrados favorecieron a que el gobierno de Álvaro Uribe organice durante la próxima semana de mayo un foro abierto en el que podrán participar todos los interesados en el tema. Luego de este foro se pasará al Senado, quienes tendrán la tarea de convertirlo en ley.
Gabriela Guilló
Escenarios Latinoamericanos
