El debate por la muerte de una nena de 12 años que se accidentó en la pileta de la universidad a principios de 2006 se hará el 12 de mayo.
 
Tiene fecha el juicio oral y público la muerte de una nena de 12 años que se accidentó en la pileta de la UNCuyo a principios de 2006 y murió ahogada.

El debate se hará el 12 de mayo en la Cámara del Crimen Nº1. El tribunal estará presidido por la magistrada Estela Blanco e integrado por los jueces Alberto Sánchez Castro y Juan González Macías.

Los imputados (que no están detenidos) son cuatro: el por entonces director de Servicios de la UNCuyo, Marcelo Quiroga, quien tenía la concesión de la pileta, Darío Quiroga; el director de Deportes, Recreación y Turismo, Ricardo Moyano y Francisco Illanes, el jefe de Coordinación Administrativa. Están acusados de homicidio culposo.

Hace poco menos de un año, el 4 de abril de 2008, la querella había pedido la elevación a juicio de esta causa, que tuvo una instrucción de más de tres años.

En su momento, el abogado de la familia de la pequeña Marcela Sánchez, Javier Fernández, dijo que la elevación a juicio fue solicitada porque “consideramos concluida la recopilación de pruebas y con eso ya se ha certificado la participación de los imputados como autores del delito de homicidio culposo”.

Además, Fernández se refirió a la situación de los sospechosos: “Creemos que ellos eran garantes de la seguridad de todas las personas que utilizaban el natatorio”.

El hecho

El 8 de enero de 2006, Marcela Sánchez estaba pasando la calurosa tarde en la pileta que depende de la Universidad Nacional de Cuyo. Varias horas estuvo nadando, pero, repentinamente, nadie más la vio.

Ante esto, quienes notaron la desaparición de la pequeña alertaron al único bañero que estaba en la pileta en ese momento y allí comenzaron los fallidos intentos por sacar con vida a la niña a la superficie. Marcela se había quedado atrapada en el sistema de desagüe. El rescate se demoró aproximadamente 10 minutos, según testigos.

Cuando lograron que la niña fuera desatorada del desagüe, era demasiado tarde, a pesar de la rehabilitación que le practicaron.

El bañero dijo –días más tarde de la tragedia– a la prensa: “Cuando apagaron la bomba de desagote la nena se liberó instantáneamente, pero hasta ese momento ni yo ni otras cuatro personas que se sumergieron cuatro metros bajo el agua pudieron sacarla; porque estaba succionada y tenía una pierna dentro del hueco”.

Menos de un mes después de la tragedia, la UNCuyo mandó a hacer una rejilla para tapar el desagote lateral de la pileta donde quedó atrapada la niña. Aunque esto fue desmentido por responsables de la pileta de la UNCuyo, quienes dijeron que esa rejilla siempre existió, pese a los rumores que circulaban.

Posteriormente, el reinicio de las actividades en el lugar se puso en dudas, hasta que el 7 de febrero del mismo año comenzaron nuevamente.

Ahora sólo resta esperar el debate oral y público. /A.M.S.