Durante el encuentro se planteó la necesidad de realizar un balance conjunto sobre la evolución del proceso de recopilación de información en las unidades académicas.
Este proceso se está desarrollando a través de dos fichas de relevamiento: una provista por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) y otra generada por la UNCuyo. En este marco se señalaron los avances en cada una de las fichas, como así también se identificaron los temas que deben ser corregidos.
Adela Monge, coordinadora del APSYE, realizó la introducción de la jornada y presentó un panorama general del proceso de autoevaluación señalando los puntos realizados y las tareas pendientes. Posteriormente se presentaron uno por uno los pasos consecutivos de la autoevaluación. La conclusión y presentación de resultados está prevista para mediados del 2014, prácticamente a fines de la actual gestión universitaria.
Integrantes del equipo técnico -que se creó específicamente para la coordinación y realización de los diferentes procesos que implica la autoevaluación- presentaron una síntesis de las tareas desarrolladas y también respondieron consultas de los referentes de las unidades académicas.
En esta autoevaluación se está relevando información de facultades e institutos, secretarías y áreas del Rectorado, colegios secundarios, espacios de salud, Consejo Asesor Permanente (CAP), entre otros espacios de trabajo universitario.
Proceso participativo
La IV Autoevaluación Institucional de la UNCuyo se presenta como un proceso de debate, reflexión y análisis de la comunidad universitarias sobre los cambios y continuidades de la institución en el cumplimiento de sus funciones de docencia, investigación, extensión, vinculación, bienestar y gestión institucional que abarca el período que va de marzo de 2008 a marzo de 2014.
El trabajo busca, desde una mirada autorreflexiva, mejorar el funcionamiento de la Universidad a la luz de la visión, misión y objetivo institucionales establecidos en el Plan Estratégico 2021.
Balances y desafíos
Vale destacar que actualmente los procesos de planificación, seguimiento y evaluación se conciben desde un paradigma que atiende a la complejidad y donde la participación resulta una instancia clave en su desarrollo.