La Universidad Nacional de Cuyo y el Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Mendoza pusieron en marcha el Laboratorio Central de Investigación FCA-IBAM, una propuesta que servirá para la investigación científica y tecnológica, las actividades de desarrollo tecnológico e innovación, la transferencia al medio social y productivo, la formación de recursos humanos y la asistencia técnica a terceros.
El flamante laboratorio está ubicado en el predio de la Facultad de Ciencias Agrarias, donde ya funciona el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM) —organismo de doble dependencia UNCUYO CONICET—.
La idea es que se convierta en un espacio central y común donde se desarrollen actividades de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) realizando un uso eficiente de los recursos humanos, físicos y económicos de las dos instituciones para dar respuesta no sólo a los proyectos de investigación que se encaren, sino también a las demandas del sector público-privado.
Durante el acto de inauguración, la rectora Esther Sanchez destacó la alianza y cooperación entre ambas instituciones a la hora de concretar proyectos de integración científica. "Hoy es un día para celebrar porque otra vez abrimos un espacio que compartimos con CONICET. Nosotros siempre hablamos de la importancia de trabajar conjuntamente con otras instituciones, pero especialmente con este organismo que promociona la ciencia y la tecnología en la argentina. Y en este sentido, este laboratorio es un nuevo espacio de trabajo colaborativo entre los investigadores del CONICET y de esta Facultad en temas tan relevantes como la seguridad alimentaria y la autonomía alimenticia", dijo la Rectora.
"Son temas que se estudian que contribuyen a que nuestro sistema socioproductivo, nuestra matriz productiva se vea beneficiada por estas investigaciones. Lo importante a destacar aquí es cómo nuestra agroindustria, la vitivinícola, la hortícola, la frutícola y la olivícola, particularmente, se han visto beneficiadas y se ven beneficiadas permanentemente con investigaciones que se realizan en estos institutos como el IBAM y la facultad de Ciencias Agrarias", expresó la funcionaria.
De izquierda a derecha: Esther Sanchez, María Flavia Filippini, Ana María Franchi y Fidel Roig, en la inauguración del laboratorio.
Para la presidenta del CONICET, Ana María Franchi, se trata de un laboratorio que van a poder compartir tanto los docentes de la Universidad como los investigadores e investigadoras del CONICET y avanzar en diferentes disciplinas. "Lo importante, además de todo lo que se pueda avanzar, es el poder compartir espacios y equipos, lo que permite generar nuevas e interesantes ideas. Es una realización que nos llena de alegría y que demuestra que cuando estamos juntos detrás de un mismo proyecto las cosas se concretan", sostuvo la titular del organismo nacional de ciencia y tecnología.
A cargo de la secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado de la Facultad de Ciencias Agrarias, Rodrigo López Plantey dijo que el laboratorio es un anhelo concretado que arrancó hace tres años y que permite un uso más eficiente de los recursos humanos, de los espacios físicos, del equipamiento con que se cuenta, y que posibilita presentarse a distintas convocatorias para adquirir mejores equipamientos y ofrecer mejores servicios a la comunidad.
"Siempre hubo un enfoque más hacia la docencia en algunos espacios o laboratorios, pero este laboratorio permite afianzarnos dentro de la investigación, es exclusivo para la investigación y para la oferta de servicios —interna— destinada a nuestros docentes e investigadores y —externa— para empresas que nos demandan y piden incorporar nuevos servicios para satisfacer las necesidades de los sectores agrícola y alimenticio", destacó el Secretario.
"Este espacio nos posiciona no sólo a nivel de la Facultad, de la Universidad sino regional, porque contamos con un equipo para análisis, que hay muy pocos en el país, con un potencial enorme en el sector alimenticio, en el área del vino, en el del aceite de oliva, y en el de la protección y seguridad de los alimentos. Es decir, nos estamos catapultando en todos los aspectos a nivel de Universidad y nos pone el gran desafío que la UNCUYO no sólo imparte conocimiento, sino que es generadora de saberes", dijo el funcionario.
De izquierda a derecha: Fidel Roig (titular del CCT), Ana María Franchi, Esther Sanchez y María Flavia Filippini (decana de Ciencias Agrarias), en la apertura del encuentro.
El laboratorio
- Son casi 500 metros cuadrados reutilizados, que se reacondicionaron para la puesta a punto de un espacio que cuenta con las condiciones adecuadas de seguridad e higiene para el personal y el equipamiento tecnológico.
- Las instalaciones incluyen un área de uso común para todos los docentes-investigadores de la FCA e IBAM, donde pueden hacer uso de mesadas y equipamiento básico.
- Un laboratorio de Genética, donde se brindarán servicios a todos los docentes-investigadores de la FCA e IBAM como así también a terceros sobre la temática de la genética molecular, tales como los análisis para obtención de ADN e identificación de individuos de especies, entre otros estudios.
- Otra área se subdivide en dos espacios: un laboratorio de Química que ofrece servicios de análisis químico tanto agrícola como alimenticio; y un laboratorio Cromatográfico, con equipos para realizar todos los estudios de cromatografía que permiten, por ejemplo, hacer análisis en el área del vino.
- En el espacio se encuentra el GC Masa que adquirió la UNCUYO, un nuevo equipo muy costoso con un altísimo potencial en la industria agrícola y alimenticia, y que permite analizar y cuantificar compuestos a niveles trazas en mezclas complejas con un alto grado de efectividad.
- Habrá también una sala de trabajo común, de coworking para uso de investigadores y para ofrecer a empresas interesadas en contar con estos servicios, donde se discutirán proyectos.
- El espacio contará con la atención del personal de Carrera del Profesional y Técnico de Apoyo (CPA) del CONICET, quienes están entrenados en manejar los equipos de alta complejidad para satisfacer las demandas internas y externas que haya.