El consumo de anfetamina durante el embarazo puede acarrear consecuencias severas en la edad adulta, según un estudio que realizaron investigadoras de la facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo. El equipo está integrado por las doctoras Gisela Pennacchio y Marta Soaje, quienes trabajan en colaboración con la doctora Claudia Bregonzio, de la facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Nosotros estamos trabajando solo con anfetamina, sin embargo es importante aclarar que la cocaína tiene prácticamente el mismo mecanismo de acción, es decir ambas actúan modificando la actividad de las neuronas dopaminérgicas”, detalla Pennacchio.
En trabajos preliminares realizados en el laboratorio, las investigadoras encontraron que las ratas hembras expuestas a anfetamina intra-útero mostraron tolerancia al efecto estimulante de anfetamina en la edad adulta mientras que las ratas macho se mostraron más sensibles a este efecto. “Estos resultados indicarían una respuesta diferencial sexo dependiente donde los esteroides sexuales tienen un papel importante. Aunque no se ha demostrado en forma exhaustiva, existen repercusiones a largo plazo en la capacidad de aprendizaje y comportamiento de los niños expuestos intra-útero a drogas tipo anfetamina”, amplía Soaje.
Y agrega que estudios recientes realizados por otros grupos de investigación están orientados a evaluar las consecuencias de la exposición prenatal a la metanfetamina sobre el desarrollo del niño expuesto; por ejemplo, en la cognición, las relaciones sociales y las habilidades motoras. “Se ha demostrado que la exposición prenatal a metanfetamina está asociada con una disminución en el tamaño de áreas subcorticales en el recién nacido”, ejemplifica.
El estrés tiene un efecto facilitador (vulnerabilidad) sobre la adicción a drogas y juega un rol importante en la recaída a la misma. Así lo explica el estudio: “Actualmente se sabe que más de la tercera parte de las enfermedades tratadas por los médicos están inducidas o relacionadas al estrés. Más aún, la mayoría de los modelos animales de depresión están relacionados al estrés como factor desencadenante así como las evidencias clínicas y pre-clínicas relacionan al estrés con la adicción a drogas”.
Así, la investigación señala que “las interacciones entre las drogas de abuso y el estrés involucran algunos de los principales componentes del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA), que es el sistema clave involucrado en la respuesta al estrés. Estas interacciones aumentan la vulnerabilidad inicial a las drogas de abuso y la vulnerabilidad a la recaída. El estrés a través de la activación del eje HHA y la liberación de corticoides influencia varias regiones del cerebro, incluyendo las neuronas dopaminérgicas, que expresan receptores a corticoides”.
Y agrega que “en situaciones normales, los corticoides-dependiendo del estado emocional incrementan las funciones dopaminérgicas, especialmente en regiones mesolímbicas en varias conductas exhibidas por roedores durante periodos activos del ciclo de luz/oscuridad y también en animales que han desarrollado la conducta de auto- administración de drogas”.
Otro aspecto en el que la investigación indaga es la relación entre las drogas y la disfunción sexual en la adultez. Como indica Soaje: “el sistema dopaminérgico cerebral está fuertemente involucrado en las respuestas a drogas de abuso y también está ligado a las respuestas a estrés y a la modulación de funciones neuroendócrinas tales como el control de la liberación de prolactina y LH entre otras, hormonas que tienen un rol importante en la reproducción”.
Precisamente la prolactina es en este momento el centro de estudio de este equipo de investigadores. Se trata de una hormona que se libera en respuesta al estrés y su liberación es modulada por el sistema dopaminérgico y los esteroides ováricos. “Estados de hiperprolactinemia pueden producir disfunción reproductiva en ambos sexos produciendo cuadros de hipogonadismo, infertilidad, galactorrea y pérdida de la libido. Nosotros pensamos que los cambios neuroquímicos inducidos por la exposición prenatal a anfetamina podrían modificar la liberación de prolactina y corticoides en respuesta al estrés en la edad adulta y la expresión de estas alteraciones dependerían del ambiente hormonal dado por los esteroides ováricos, lo que podría acarrear alteraciones en la función reproductiva”, cierran las investigadoras de la UNCuyo.