Los presidentes de los siete países más industrializados del mundo, más Rusia, celebraron su encuentro anual en Escocia en medio de una semana conflictiva para debatir, dada la presión ejercida por el evento Live 8, alrededor de todo el mundo; y luego del atentado perpetrado en Londres, un día después de haber comenzado la reunión.
La prensa mundial puso parte de su atención en el desarrollo de la cumbre. Latinoamérica no fue la excepción, destacándose que en cada país la prensa regional le dio particular interés a diferentes temas a tratarse por parte de los presidentes. Igualmente, nunca se dejó de lado las repercusiones por lo ocurrido en la capital del Reino Unido.
En el caso de México, la prensa escrita enfatizó sus titulares haciendo referencia al papel de su presidenteVicente Fox, invitado por el G8 a participar de la reunión. El diario “El Universal” de México D. F. dijo que Fox llevó a la cumbre la voz de los países de Centroamérica y Colombia, pidiendo a las naciones más ricas del mundo analizar la posibilidad de que a ellos también se les condone su agobiante deuda externa. Este pedido se basó en un reconocimiento al G8 que decidió suspender la deuda a los 18 países más endeudados y más pobres del mundo.
La prensa brasileña también destacó la participación de su presidente Luiz Inacio Lula da Silva, invitado en representación de Latinoamérica. Un punto que resaltó en los matutinos brasileños fue la discusión sobre el medio ambiente y cómo generar recursos energéticos menos contaminantes. Esto es a raíz del grave problema de deforestación que sufre la selva amazónica brasileña. Según el diario “Folha de Sao Pablo”, Lula pretende que las naciones más industrializadas, y por ende más contaminantes, lideren los esfuerzos para frenar la emisión de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento del planeta, y creen un modelo de cooperación internacional que tenga en cuenta las perspectivas y necesidades de los países en desarrollo.
En nuestro país, el análisis hecho por los principales medios no varió sustancialmente. Se le dio cobertura a las diferentes propuestas para paliar el hambre y pobreza de África, y a la absolución de las deudas externas de los países más pobres. Los diarios más importantes de Buenos Aires (Clarín y La Nación), que a su vez marcan la agenda de los diarios de las provincias, mostraron un especial y curioso interés por el pronunciamiento de Estados Unidos contra el “terrorismo”. Las palabras de Bush, sobre su impresión, ante la determinación de los presidentes del G8 de luchar contra el mismo, ocuparon buena parte de las páginas de los diarios y de los informes en los noticieros televisivos.
Un tono más crítico usó la prensa venezolana ante la cumbre realizada en Escocia. En especial por la ratificación de Estados Unidos de no firmar el Protocolo de Kyoto, que apunta a disminuir, dentro de 50 años, a la mitad los gases contaminantes en diferentes industrias.
La cobertura de la cumbre anual del G8 fue tapa de todos los diarios en Latinoamérica, opacada sólo por el nuevo atentado. El tratamiento y análisis de la noticia es lo que cambió en la prensa de diferentes países a partir de la situación actual de cada uno.
Romina Scafati
Escenarios Latinoamericanos