Hoy inicia su recorrido anual este organismo artístico. Lo hace con un concierto que, conceptualmente, define lo que será toda su temporada musical: ligada a los compositores argentinos y latinoamericanos.
Luego de los cimbronazos que produjera -como todo cambio importante- la partida de quien fue por varios años el director artístico de la orquesta, David Handel, la Sinfónica de la UNCuyo ya tiene preparado su calendario de presentaciones para este 2009. La temporada trae, entonces, novedades ligadas a la ausencia de Handel que concentra sus atractivos justamente en la fisonomía que le otorga el hecho de contar con diferentes conductores para cada concierto.
“Esto ha definido varios lineamientos de la programación -corrobora el coordinador de la agrupación, José Loyero-, porque la mayor parte de los recursos de los que disponemos están concentrados en la convocatoria a directores invitados: en cada programa tendremos un director distinto. Eso ha implicado un arduo trabajo para diagramar la temporada”.
Hoy arranca la programación con un concierto interesantísimo. Pero, antes, Loyero apunta detalles sobre la fisonomía artística de este 2009.
-No es la primera vez que la orquesta lanza una temporada sin director estable, ¿en qué difiere en esta ocasión?
-En que este año no se trata de un concurso de directores. La UNCuyo está redefiniendo el proceso de búsqueda y permanencia de un director.
-¿Qué aspectos buscan modificar?
-La forma de darle más participación a la Universidad en la elección y permanencia del director, que hasta ahora se hacía sólo con el voto de la orquesta.
La temporada completa estará dirigida por 20 distintos maestros, entre los que se cuentan: Alexander Dolinsky (Ucrania), Kelly Corcoran y Stefan Lano (EEUU), Emmanuel Siffert (Suiza), Rodolfo Fischer y Patricio Cobos (Chile), Ricardo Rocha y Fabio Martins-Costa (Brasil), Evgeni Bushkov (Rusia), Lior Shanbadal (Israel) y Martín García (Uruguay). Entre los directores argentinos se contará con Gerardo Edelstein, Julio Malaval, Nicolas Rauss, Carlos Vieu y Lucía Zicos.
-¿Cómo será el perfil del director que busque el próximo año la orquesta?
-No hay nada redefinido. No es un tema menor, porque el director es una pieza fundamental para nosotros; se puede trabajar, pero no es lo ideal porque es quien propone los lineamientos artísticos y conduce al grupo a desarrollarlos. Por eso creo que será un tema que no va a tener definición a corto plazo.
-¿Cuál es el concepto artístico que guía la temporada?
-Estamos siendo realistas y afrontando que, como para todos, este 2009 será un año difícil en lo económico. Por eso no vamos a hacer aquellas grandes sinfonías que exigían contratación de músicos de refuerzo. Nos ajustamos a lo que tenemos: una buena orquesta, pero insuficiente en cantidad de músicos para hacer obras como la sinfonía de Mahler o Bruckner.
-¿Cuáles son las obras “mimadas” de la temporada?
-Destaco el homenaje a Villalobos. Este 2009 se cumplen 50 años de su muerte y él es, posiblemente, el más grande de los compositores de América Latina.
Tenemos mucha presencia de su obra en varios conciertos. No tienen la opulencia sinfónica de Mahler, pero son obras grandes en su orquestación y entretenidas para escuchar, de raíz popular.
Además de las obras de Villalobos (como sus “Bachianas Brasileiras” Nº2, 5 y 7; “Choro N° 6”; “Nonetto”, entre otras) se destacan la “4a. Sinfonía”, de Mahler”; la “9a. Sinfonía”, de Schubert; “Scherezade”, de Rimsky-Korsakov; “Rapsodia española”, de Ravel; el “Réquiem”, de Fauré; la “Serenata Nº 1”, de Brahms y la “Sinfonía Nº 1”, de Scriabin.
Estas piezas contarán, en cada concierto, con la compañía de prestigiosos invitados: los violinistas Julia Bushkova (Rusia), Elmar Oliveira (EEUU) y Rafael Gíntoli; los pianistas Alberto Portugheis y inglés Peter Donohoe; el violista Avri Levitan (Israel); y el guitarrista chileno Carlos Pérez; entre otros.
Los solistas mendocinos tendrán una participación especial, con roles protagónicos en varias oportunidades. Nombramos algunos: los violoncellistas Matías Longo, Néstor Longo y Matías Villafañe; el violista Teimouraz Kebadze; Sebastián Benenati (clarinete), Clara Baez (flauta), Marcelo Mercado (oboe) y Alexander Takhmanov (corno).
-¿Qué otras particularidades tendrá el repertorio?
-Van a ver una orquesta distinta: más rítmica, con otro tipo de armonía. Lo más llamativo es que habrá una gran presencia de la música argentina y latinoamericana. No es casual, sino por un pedido de la gestión actual. Nosotros siempre habíamos querido ahondar en estas obras, pero la mayoría están protegidas y hay que pagar para poder tocarlas. La apuesta de Extensión Universitaria es la de invertir dinero en eso.
El mejor ejemplo es el primer concierto (el que se presenta esta noche bajo el nombre de “Concierto de Vendimia”): una especie de homenaje a Zorzi, Castro y Aguirre, que son grandes sinfónicos argentinos que, por motivos económicos, teníamos abandonados.
60 años sin casa
-¿En qué estado está el proyecto del Centro Cultural de la UNCuyo?
-Aquel proyecto, ligado a la figura de Handel que era su impulsor y tenía los nexos para el financiamiento internacional se abandonó; porque más allá de que él no esté, ese financiamiento es casi utópico (se refiere a la construcción de un centro cultural en el predio universitario).
Ahora, con el convenio que firmó la UNCuyo con la Municipalidad de Capital (en los terrenos cercanos al Parque Central), se prevé una primera etapa para la remodelación de dos galpones: uno del municipio y otro para la universidad donde se le dará lugar al cine, los coros, las salas ensayos para el elenco. La segunda etapa, casi inmediata, será la construcción de un auditorio para la orquesta en un terreno cedido por el municipio.
-¿Para cuándo estiman tenerlo?
-Es difícil saberlo por las instancias administrativas que hay en medio. Pero la realidad es que la orquesta cumple 60 años y seguimos sin casa; algo imprescindible para su desarrollo. Sobre todo en Mendoza, donde no hay más salas de teatro.
-¿El Universidad no tiene las condiciones de funcionalidad que necesita la orquesta?
-No tiene las condiciones ni de cerca. Es un cine que se ha acondicionado como sala, pero desde lo acústico, en lo relativo a higiene y seguridad es muy deficiente. De cualquier manera es mejor que nada. Por eso estamos contentos de que se haya tomado la iniciativa de construir ese auditorio.