Marina Walker, codirectora del grupo de periodistas que investigó los Panamá Papers, ofreció una charla sobre cómo se realizó la investigación periodística más importante de las últimas décadas a nivel mundial. Los orígenes de la propuesta y el impacto en la opinión pública, las dificultades y desafíos que se plantearon, el trabajo en red, la confianza entre los cronistas y el vínculo con las tecnologías fueron los ejes de su disertación.
Antes que arrancara la charla, el rector Daniel Pizzi reconoció a Marina Walker como egresada destacada de la Casa de Estudios por su trayectoria profesional vinculada al periodismo y a la Comunicación Social.
“Nos llena de orgullo que una graduada notable de la Universidad haya participado de este proyecto. Ella es el reflejo de lo que dijo el economista Theodore Schultz, cuando se refirió a la prioridad de invertir en la gente, en recursos humanos. Gracias por estar aquí, por devolver un poquito a la UNCUYO y a los profesores que creyeron en ti”, expresó la máxima autoridad universitaria en el Centro de Información y Comunicación, Cicunc.
Por su parte el coordinador general del Cicunc, Mauricio González, consideró a Marina Walker como un ejemplo para muchos estudiantes o egresados de la carrera de Comunicación Social. “Con tu ejemplo, estudio y esfuerzo sos una gran muestra de que se puede llegar lejos desde la UNCUYO. Gracias por estar acá y bienvenida”, sostuvo.
La exposición
“Papeles de Panamá: las redes, los leaks y los hackers que transformaron el oficio” es el nombre de la propuesta que ofreció Walker ante un salón colmado de periodistas, autoridades universitarias, estudiantes y público en general. Allí, la actual vicedirectora del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), la organización que destapó el escándalo Panamá Papers, contó cómo se desarrolló una de las más grandes de la historia del periodismo, que involucró a más de 370 reporteros en 76 países.
Tras agradecer a Pizzi por el reconocimiento otorgado y a la Universidad y a sus profesores por su formación, la periodista recorrió el detrás de escena de la investigación al referirse a sus orígenes y el impacto en la opinión pública, las dificultades y desafíos que se plantearon, el trabajo en red, la confianza entre los cronistas y el vínculo con las tecnologías de la comunicación y la información.
Al inicio de la charla, Walker ponderó el tipo de periodismo de investigación en red por sobre el modelo del “lobo estepario” a lo hora de investigar y encarar proyectos periodísticos dentro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. “En el modelo del periodismo de investigación en red no buscamos la primicia, sino la colaboración, nos mueve el logro compartido entre todos, priorizar las fuentes abiertas y el impacto del hecho es global. También se comparten los recursos de la investigación y el grupo protege y sostiene a sus miembros”, explicó la profesional.
A su vez dijo que el Consorcio, que integran más 200 periodistas en 65 países, además de investigar sobre temas fiscales, también trabajó sobre el mercado ilegal de los tejidos humanos, el rol del Banco Mundial, entre otros asuntos. “Nosotros no sólo investigamos personas individuales sino también sistemas que están corruptos”, subrayó, al tiempo que ofreció detalles sobre lo que es y para qué sirve un paraíso fiscal, sus características y los mecanismos de corrupción más frecuentes.
También destacó que para el Consorcio el foco de investigación de los Panamá Papers fueron las personalidades públicas y que el periodismo de investigación debe ser un contralor de sus actos. En su relato también se refirió a cómo fueron los contactos y la selección de cronistas para encarar la investigación global y el procesamiento de millones de documentos confidenciales, con la ayuda de programadores e informáticos, para que todos los periodistas del mundo pudieran visualizar, trabajar y compartir la información en una plataforma virtual encriptada.
La profesional asimismo mostró y describió algunos ejemplos de documentos con casos de personalidades públicas argentinas y extranjeras involucradas en irregularidades fiscales. Mencionó que se encontró asimismo información sobre casos de terrorismo, tráfico de armas y drogas, y que el Consorcio también se centró en la banca internacional como una gran facilitadora del sistema offshore.
Antes del cierre de la actividad Walker contó cómo se formó el equipo argentino, porqué y cómo se trabajó con ellos. Y aquí ponderó el grado de compromiso que debían tener para con la investigación y la confianza que tenía que generarse entre ellos.
“Cuando vimos el impacto que provocó en el mundo la publicación de la investigación el tres de abril de 2016 nos dimos cuenta que el trabajo hizo un clic en la gente común, que salió a la calle a protestar, reclamar renuncias, arrestos, a pedir justicia”, sostuvo la comunicadora con un máster en Periodismo por la Universidad de Missouri, EE. UU.
“Muchas de estas operaciones son legales y se ha creado un sistema injusto para el 99 por ciento de la población y bueno para unos pocos favorecidos, pero ya está cuestionado. Hay que preguntarse si está bien que exista y porqué debe existir, siendo que en muchos lugares ya es ilegal. Con los Panamá Papers hemos visto una revolución de solidaridad mediática, con periodistas que trabajaron compartiendo y no compitiendo, privilegiando la investigación, el bien común y luego los intereses de por medio”, finalizó la periodista que obtuvo a lo largo de su carrera reconocimientos de Long Island University’s George Polk Awards, Investigative Reporters and Editors, Society of Professional Journalists y de la Comisión Europea.