Compartir y recordar, fueron dos de las premisas en este festejo de la emisora de la UNCuyo que nació el 28 de abril de 1992 con el propósito de difundir y promocionar las expresiones culturales, divulgar la ciencia y analizar las problemáticas regionales y nacionales a partir de las opiniones de los referentes de la comunidad mendocina, universitaria y de los sectores sociales de la provincia.
En el cilindro central del Centro de Información y Comunicación de la UNCuyo, Cicunc, se montó un "estudio radial" que recibió a personajes del medio artístico, antiguos colaboradores y miembros de la comunidad universitaria. Durante más de ocho horas, se escuchó una programación especial repleta de saludos de los oyentes.
Entre recuerdos y anécdotas los locutores Rodolfo "Fito" Suden, Silvia Sassola y Myriam Arancibia intercalaron historia con actualidad, entre medio de los saludos institucionales y comentarios que por estos 20 años hizo, por ejemplo, el rector Arturo Somoza, el ex rector Armando Bertraneau, y el primer director de la Radio, Jorge López. También se hicieron presentes con su música, su arte y su humor, Analía Garcetti, Polo Martí, Gladys Ravalle y Daniel Postizzi.
El momento de información y actualidad llegó con la entrevista sobre el tema seguridad al docente universitario Martín Apiolazza. También habló sobre la Ley de Medios, la decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, Florencia Saintou. Y ya casi sobre el final, se analizó lo más importante en el último tiempo sobre los Juicios de Lesa Humanidad en Mendoza, en una mesa redonda en la que participaron Sara Gutiérrez, Lorena Membrives y Fernando Rule.
La despedida en este festejo fue a toda música. En vivo, se presentó con sus voces y ritmos de Zamba y Reggae el ensamble de percusión femenina "Batalá". Luego vino la transmisión del concierto aniversario que ofreció la Orquesta de la UNCuyo. De la mano de su director, Stefan Lano, y con la presencia del solista de violoncello argentino José Araujo, la Sinfónica interpretó Concierto para violoncello y orquesta, de Edward Elgar, y “Scheherezade” Suite Sinfónica, de Rimski Korsakov.