Urbay brindará tres joyas del repertorio pianístico de Horowitz: la última Sonata de Joseph Haydn, en Mi bemol mayor, que Horowitz tocó al inicio de su carrera, dejando dos grabaciones (una de 1932, primera grabación mundial, y otra, en directo, desde el Carnegie Hall en 1951). La bellísima Sonata en La mayor, Op. 120 de Franz Schubert, que integrara parte de sus programas en 1940. Y, por último, la colosal Sonata Op. 57 en Fa menor “Appassionata” de Beethoven, que Horowitz interpretaba ya desde sus tempranos 16 años y que grabó en estudio en 1959 y 1972.
Vladimir Horowitz
Horowitz nació en 1903 y falleció en 1989. Extendió su carrera artística por más de 60 años, interpretando un repertorio que sorprende tanto por su dificultad, como por su amplitud y versatilidad. Las grandes obras de Chopin, Liszt, Schumann, Brahms, Beethoven, Schubert, Mendelssohn, Tchaikovski, Rachmaninov, Prokofiev o Mussorgski, las interpretaba habitualmente en sus programas de concierto, pero, además, prestó atención a un repertorio poco tocado o desconocido en su época, en el cual resaltan obras de Clementi, Poulenc, Medtner, Haydn, Czerny, Fauré, Debussy, Ravel, Franck, Scriabin, Kabalevski, Barber y sobre todo Scarlatti.
Gran parte de su repertorio se puede encontrar en sus grabaciones RCA Victor, Columbia (actualmente SONY classical) y Deutsche Grammophon. En ellas, sorprende su riqueza técnica, la peculiaridad de su fraseo y la originalidad en su forma de penalizar las que, junto a una personalidad artística de gran aura y magnetismo, lo convirtieron en el pianista preferido de su generación.