El cáncer oral es una de las neoplasias con más baja tasa de supervivencia y peor pronóstico; por ello es primordial el control periódico para realizar un diagnóstico precoz de cualquier desorden potencialmente maligno.
A partir de esta situación el Hospital Universitario de la UNCuyo encaró la campaña de prevención del cáncer de boca "Dr. David Grispan", con la intención de prevenirlo detectando desórdenes potencialmente malignos.
De manera gratuita un equipo de profesionales de los servicios de Odontología y de Dermatología del Hospital Universitario realizó una serie de controles y exámenes a pacientes, afiliados y público en general.
Además de estos chequeos especialistas dictaron conferencias para profesionales y estudiantes de Ciencias de la Salud. Se los capacitó en temas como preparación del paciente para cirugía, radio o quimioterapia, cuidados estomatológicos de pacientes tratados por cáncer de boca y lesiones potencialmente malignas.
Algunos datos que se desprenden de esta campaña indican que de los 698 pacientes que se atendieron 92 casos necesitaban controles y 390 no presentaban patología.
Entre las patologías detectadas figuran: ulceraciones, LPO, quelitis, aftas, leucoplasia, eritema, hiperqueratosis, xerostomía, herpes, mucocele, verruga vulgar.
Se observó que las lesiones se localizaban en lengua 87 por ciento, en mucosa yugal 70 por ciento, en labio 50 por ciento y en encía 37 por ciento.
En este sentido, los especialistas del Hospital de la UNCuyo concluyeron que la población en general no es consciente de la existencia del cáncer oral ni de sus factores de riesgo. Además estimaron que el profesional de la Salud debe comprometerse y adquirir el hábito de examinar la mucosa bucal.
Más sobre este tipo de cáncer
La medida más efectiva para prevenirlo es controlar los hábitos de
riesgo, ya que la etiología del cáncer oral es multifactorial.
Al menos el 75 por ciento de los casos detectados podrían prevenirse con la eliminación de los factores de riesgo, tales como consumo de alcohol y tabaco, exposición prolongada y repetida al sol, trauma crónico (a causa, por ejemplo, de dientes con cúspides filosas, reconstrucciones ásperas y desbordantes, prótesis mal adaptadas), e infección con virus del papiloma humano (VPH).
Se estima que el cáncer de la cavidad bucal ocupa el noveno lugar, en términos de frecuencia, de todos los cánceres en el mundo. Aproximadamente 270.000 nuevos casos se diagnostican anualmente en hombres y 120.000 en mujeres (IARC-OMS, 2000).
La exploración física para detectarlo debe constituir una parte integral de los exámenes médicos y odontológicos ya que es fundamental su detección prematura.
En general, las formas cancerosas menores de 15 mm de diámetro se pueden curar fácilmente. Por desgracia, la mayoría de estas formas llegan a diagnosticarse solamente cuando el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos de la mandíbula y del cuello.
A causa de la detección tardía, el 25 por ciento de los casos de cáncer de boca son mortales.