El ejercicio de discusión presupuestaria fue la modalidad que adoptó la UNCuyo para tratar y luego aprobar en el Consejo Superior el gasto público para el año que está por empezar. Estudiantes, profesores, egresados, personal de apoyo académico y decanos debatieron cómo se va a gastar el presupuesto durante el 2015 y acordaron dónde habrán más recursos.
El presupuesto aprobado para el año que viene triplica los fondos para el ingreso y genera 143 nuevos cargos docentes de jefes de trabajos prácticos que servirán para reforzar un programa de enseñanza de inglés y las plantas docentes de las facultades que lo necesiten.
Además se asigna un incremento del 50% más en el presupuesto ordinario de todas las facultades y un porcentaje mayor para la facultad de Ciencias Exactas y Naturales y el Instituto Balseiro, por estar desfasadas en relación con el resto de las unidades académicas.
También se duplica el fondo del Programa de Integración, que se ocupa de movilidad docente y estudiantil de la Universidad. Es decir, viajes al extranjero o a otras universidades de Argentina para hacer intercambios o realizar posgrados.
La partida presupuestaria que presentó la secretaría de Gestión Económica y de Servicios, en el expediente número 20506 del 2014, se analizó, discutió y consensuó en distintas instancias con los integrantes de la comisión de Finanzas y Presupuesto del Consejo Superior y con los decanos de las doce facultades.
“Ha sido un proceso democrático muy interesante, de un gobierno que está dispuesto a ser abierto”, indicó la coordinadora de Gestión Contable y Presupuestaria, Fernanda Bernabé, al referirse a la decisión de apertura presupuestaria como una acción de transparencia de la actual conducción.
La presidenta de la comisión de Finanzas y Presupuesto y decana de Ciencias Económicas, Esther Sánchez, señaló que fue un trabajo arduo y fecundo porque el presupuesto es un “proceso de negociación” que implicó una “discusión constructiva para alcanzar acuerdos colectivos”.
La lógica presupuestaria implica distribuir fondos escasos entre numerosas necesidades y para ello es necesario ordenar, añadió. “La distribución equitativa y consensuada de los recursos, jerarquizando los objetivos estratégicos, implica un cambio cultural para la Universidad”, explicó Sánchez al tiempo que lo calificó como “justificado, responsable, comprometido y consensuado” y pidió que sea monitoreado para ver cómo se ejecuta para seguir aprendiendo.