Por Pablo Lozano
Departamento Cultura
20/04/06 Hace cerca de 3 meses, Mendoza amaneció empapelada. Raros carteles amarillos vaticinando “Donde Topa” aullaban “Prensa de Pibes”. El sábado 4 de febrero cumplieron su amenaza: salió a la calle la revista “Donde Topa”. Ignorando el acontecer de esa fecha pasé frente a uno de sus puntos de venta. Me arrimé. Consulté. Me cuentaron. Pablo Gareca, uno de los responsables de la publicación, invitó a uno de los redactores –a la vez que señala que la nota de tapa del primero número salido a la calle es de su autoría- a que comente. Debo irme y prometo volver. Seguí viaje.
Haciendo honores a mi promesa nos reunimos al comienzo de su jornada laboral. Alrededor de 10 personas esperan algo somnolientos frente a la Legislatura de la provincia. Toman mate. Distribuían las tareas, los ejemplares, comparten estrategias de venta, los comentarios de la jornada anterior. Todo es nuevo. Todos sonríen entre lagañas y bostezos. Pero no es la sonrisa de quien se alegra, es la sonrisa de quien se siente bien, ese gran indicador de la satisfacción de una persona.
Me arrimo, saludo y pregunto cómo surgió este proyecto y de qué se trata. “Surge por la Asociación Alternativa Solidaria que hizo una convocatoria por ONG’s y escuelas. Nos reunimos, nos comentaron el proyecto y empezamos”,comentó Renzo Avila (20) murguero y estudiante de Trabajo Social, muy contento por lo logrado hasta el momento.
Pero, ¿qué es “Donde Topa”? “Es la sociedad mendocina. Es cómo la juventud ve a la sociedad mendocina. Y la ve muy discriminadora. Hay sectores que discriminan a los jóvenes, a algunos grupos, artistas o músicos o alguna persona importante que discrimina, y eso se ve en la sociedad. Nosotros hablamos de y luchamos contra esta situación”.
El proyecto tiene como objetivo generar una fuente de trabajo para los chicos que trabajan en ella. Adoptó la forma de una cooperativa solidaria a la hora de repartir las ganancias. La revista cuesta 1,50 pesos y cincuenta centavos del precio de venta se destina al pago de la impresión, el peso restante va hacia un fondo común que se reparte en partes iguales entre los vendedores. Andrea Argañaraz (26), una de las personas encargadas de las entrevistas, agrega “es un costo simbólico ya que cada ejemplar nos cuesta mucho más que cincuenta centavos, y el valor y esfuerzo del trabajo que realizamos es mucho mayor”.
La revista, que cuenta con un diseño gráfico urbano muy bien logrado, apunta a ser un espacio de tratamiento de temas sociales, culturales y políticos, que incumben a la juventud mendocina en particular y al público general. Orlando Coria (17) asegura que quieren “hacer algo distinto a lo que existe en Mendoza. Nos basamos en los pensamientos de los jóvenes y por eso hacemos entrevistas a personas de Mendoza. No tenemos referencias a otros lugares ni periodistas”.
El proyecto surge inspirado en la desaparecida “Hecho en Mendoza”, discontinuada en 2003. Está escrita completamente por jóvenes –formados especialmente para este proyecto en marketing y reportaje- que redactan desde sus vivencias la forma en que ven nuestra sociedad. Se distribuye desde puntos de venta fijos y la ganancia es del grupo, no del vendedor. De esta manera se garantiza un ingreso para todos los integrantes del medio sin anclar el rédito económico a la suerte que tenga el vendedor, y se alimenta el espíritu solidario entre los jóvenes. La revista de edición mensual, que cuenta con el apoyo de la Dirección Nacional de Juventud y algunos municipios, sustenta sus 24 páginas de alta calidad y diseño, básicamente con publicidades y tuvo una primer tirada de 3.000 ejemplares. Cada periodista y vendedor ganará alrededor de 500 pesos mensuales. Actualmente, ya con el número 2 en la calle, está en internet a través de la página www.acasmza.com.ar
