De cara al Día Mundial sin Tabaco -que se celebra el domingo 31 de mayo- el Departamento de Asistencia Médico Social Universitario (DAMSU) de la UNCUYO cree necesario que más profesionales de la salud estén capacitados y motivados para dar un consejo breve o ayudar a sus pacientes a dejar de fumar, con un tratamiento adecuado a sus necesidades para que puedan abandonar esta adicción.
Asimismo, la Obra Social de la UNCUYO asume la tarea de concientizar a la comunidad mendocina de que siempre la mejor decisión es dejar de fumar, más aún en el contexto de pandemia para prevenir la infección o evitar complicaciones de COVID-19.
Es por ello que lleva adelante la campaña por del Día Sin Tabaco 2020 “Coronavirus y Tabaco”, que tiene como lema “Hoy más que nunca cuida tus pulmones”. Es una iniciativa del equipo de trabajo de Cesación Tabáquica del DAMSU y cuenta con el auspicio de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT), que preside el doctor Guillermo Espinosa.
Una de sus acciones consiste en el programa Para Dejar de Fumar, en su modalidad online y personalizada a través de un equipo de profesionales que acompaña y asesora a las personas para afrontar diferentes situaciones cuidando la salud mental y física.
Es un servicio de Educación para la Salud que se adaptó para que las personas que deciden dejar de fumar lo hagan desde sus casas, con un abordaje médico, psicológico, nutricional y ejercicios físicos, de respiración y relajación.
Y, además, ofrece el curso online "Cómo abordar la cesación tabáquica en pandemia" para profesionales de la salud y/o estudiantes de los últimos años de carreras afines, como complemento de formación frente a las circunstancias mundiales por COVID-19. Se dictará a partir del martes 16 de junio, a las 18.30.
Los interesados en estas propuestas pueden pedir más información e inscribirse al correo-e: educacionparalasalud@damsu.uncuyo.edu.ar
La importancia de la cesación tabáquica en pandemia
DAMSU entiende que su responsabilidad social es trasmitirle a la comunidad que “hoy más que nunca debe cuidar sus pulmones”, ya que el humo de tabaco deteriora los mecanismos de defensa del aparato respiratorio y estas alteraciones favorecen la aparición de infecciones respiratorias bacterianas o virales.
En ese sentido, considera que el uso de sistemas electrónicos de administración de nicotina (e-cigs o vapeadores) genera alteraciones en los mecanismos de defensa respiratoria, similares a las producidas por el tabaco fumado. También que el acto de fumar o «vapear» aumenta la posibilidad de transmisión del virus a través de la boca. Así como que es esperable que los fumadores tengan una mayor suceptibilidad a infectarse por el Coronavirus o padecer la enfermedad con mayor severidad.
Algunas estadísticas
En la lucha mundial contra el tabaquismo, hay que recordar que es una enfermedad crónica, adictiva y recidivante, considerada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como una epidemia y principal causa de muerte evitable en el mundo.
En Argentina, son 45.000 las muertes anuales asociadas al tabaquismo. Entre ellas enfermedades del corazón, cáncer y enfermedades respiratorias. Es preocupante también la edad de inicio en el consumo de cigarrillos que se da alrededor de los 12 años.
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Oficina de Tabaquismo y Salud (2014), el tabaquismo genera efectos a nivel de salud en las personas no fumadoras.
Por empezar, un aumento de un 30% del riesgo de enfermedad coronaria, del 25 al 30 % del riesgo de padecer cáncer de pulmón y del riesgo de ACV. Además, en las mujeres crece un 70% la posibilidad de padecer cáncer de mama, especialmente en jóvenes, y hay un aumento de la incidencia de cáncer de cuello uterino y del riesgo de enfermedades crónicas respiratorias.
A su vez, niñas, niños y adolescentes presentan bajo peso al nacer, si la mamá embarazada fumó y un aumento de 2 a 5 veces del riesgo de muerte súbita del lactante, de hasta un 40% del riesgo de padecer asma, de un 70% de los episodios de catarro y de infecciones respiratorias, del riesgo de otitis aguda y recurrente, así como un incremento de las consultas a la guardia y el ausentismo escolar, a la vez que nuevas evidencias sugieren que aumentaría el riesgo de padecer cáncer.