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De cuando las mujeres tenían derechos

Fuentes consultadas por Agencia Taller denunciaron la precariedad laboral en la que se encuentran mujeres trabajadoras de los distintos jardines maternales y del Hospital Notti en particular, pertenecientes a CEOS (Centro Educativo de Origen Social). Hace varios meses que a las maestras de ese jardín maternal les adeudan sus sueldos.

25 de octubre de 2005, 01:14.

Por Ivana Ilardo

Agencia Taller – Departamento de Sociedad

ivilardo@yahoo.com.ar

Se trata de mujeres que ingresaron como maestras de jardín a trabajar a centros tercerizados porque no encuentran otra alternativa dentro de su profesión. Tal como nuestras fuentes nos refirieron, ellas tienen un título, bono de puntaje y todos los papeles en regla y aunque el trabajo en CEOS es una oportunidad para ellas, también implica un sometimiento a la única fuente laboral a la que pueden acceder. Esto es así porque existe un solo jardín por cada establecimiento escolar del Estado y los puestos de trabajo no alcanzan para todas. Por ello se ven compelidas a trabajar en estas condiciones.

Una de ellas tenía a su madre enferma de cáncer, a su marido desempleado y a sus hijos con necesidades que satisfacer. Sin embargo, cuando preguntaban cuándo les iban a pagar los meses que les adeudaban desde la Fundación Notti  les respondían que “mañana”. Mientras tanto estas mujeres no tenían ni obra social, no AFJP, ni dinero para vivir. La respuesta por parte de los responsables de la institución era “tengan paciencia chicas, tengan paciencia”. Luego, cuando la paciencia ya no era posible, dadas las necesidades que apremiaban como las de comer, asegurarse la salud y vivir, las respuestas eran: “que las iban a hacer echar” porque “les están haciendo lío, están dejando  mal a la institución”.

¿Qué es CEOS y cómo es su dinámica de trabajo?

Consultada por Agencia Taller, Nuri César, coordinadora de CEOS de la provincia dijo que estos centros: “surgen como una necesidad social por eso la mayoría de los centros están ubicados en jardines maternales de zonas carenciadas donde las mamás necesitan dejar a los chicos para ir a trabajar. El CEOS tiene como intermedia a una ONG, una municipalidad o una unión vecinal. El representante legal de esta institución (intendente, presidente de la institución, etc.) firma un convenio con la directora de la Dirección General de Escuelas (DGE). La entidad intermedia es quien contrata el personal. La DGE realiza, a través de la Dirección de Educación Privada: supervisión pedagógica del CEOS y una transferencia de fondos para los sueldos de las docentes. Todo lo demás lo hace la intermedia. Los recursos físicos y humanos son de la intermedia. El edificio es de la institución, los impuestos los paga la intermedia y el material didáctico también. El CEOS hace una transferencia de fondos sólo para el pago de las docentes.

El jardín maternal tiene 90 chicos a su cargo y son cuatro las maestras que pertenecen a este sistema de contratación, el resto del personal pertenece al hospital. Antes la entidad intermedia que se hacía cargo del jardín era la de la Unión Vecinal del Sauce. Pero actualmente, y desde enero, quien se hace cargo es la institución del Hospital Notti cuya presidenta es Silvia Astié y el vicepresidente es Marcelo Ruiz.

En medio de esta cuestión burocrática y jurídica se encuentran la vida de cuatro mujeres. Estas docentes estuvieron desde enero cuatro meses sin cobrar. Hoy han cobrado los sueldos que corresponden desde esa fecha hasta junio y sin los retroactivos, es decir, sin los aumentos previstos para los/las empleados/as públicos/as. Sólo les han dado los sueldos básicos. Además solo les regularizan un sueldo por mes. Si bien ellas trabajan para un ente privado la coordinadora provincial de los CEOS, Sra. Astie, nos aclaró que la DGE otorga fondos para que a las docentes se les pague igual que a las estatales aunque esto luego quede a criterio de los contratistas.

Como la institución no ha presentado los comprobantes de pago en tiempo y forma a CEOS (requisito indispensable para que les destinen los fondos) no les han girado el dinero por lo que las docentes no han percibido sus haberes.

Esta situación también sería  padecida por otras maestras pertenecientes a otros Centros Educativos. De acuerdo a lo que nos informaron, docentes pertenecientes a maternales de la Municipalidad de capital no les habrían pagado el 7, 5, ni la antigüedad. Si bien ellas no hablaban por miedo, desde que salió a luz el caso del Notti en diferentes medios de nuestra provincia, habrían comenzado a surgir denuncias anónimas y algunas maestras habrían recurrido a abogados.

Quisimos hablar con la presidenta de la institución Notti pero, si bien al principio ella  recibió cordialmente  a Agencia Taller, cuando supo de qué se trataba la entrevista de mal humor se excusó diciendo que en ese momento no podía atendernos porque había gente importante esperándola.

Esta forma de inserción en el mercado laboral no es nueva ya que es a partir de las políticas de empleo introducidas por las políticas de ajuste estructural que en nuestro país comenzaron a aplicarse desde mediados de los 70, a partir del Golpe de Estado del 76, y fueron profundizadas en la etapa neoliberal en los 90.

Estas políticas que no son neutrales al género, inducen a muchas mujeres a aceptar este tipo de empleos. Se ha demostrado que los ajustes estructurales en las economías del sur y del norte aumentan la cantidad de trabajo en muchas mujeres, perpetúa la tradicional división del trabajo por sexos, refuerzan las relaciones de género desiguales (mayor remuneración, doble jornada distribuida entre el trabajo formal y el doméstico) y mantiene la noción de que las mujeres se adaptan de manera “natural” a las tareas de los cuidados de otras personas.

En la infancia este grupo de mujeres, como tantas otras que hoy pasan por la misma circunstancia histórica y social, quizá eran sujetas de los derechos que protegen a los/las niños y niñas que hoy cuidan en los jardines maternales. Y como maestras son de alguna manera garantía de los derechos del niño que el Estado representa. Pero en esta función que como mujeres y trabajadoras desempeñan ¿quién les garantiza los derechos que hoy se les vulnera?

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