Las autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo, con los responsables del Rectorado y de todas sus unidades académicas, queremos reafirmar que la educación pública, gratuita, laica y de calidad debe ser una prioridad de cualquier gobierno. Así lo expresó el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) en un documento que firmaron rectoras y rectores en Rosario, el Día de la Bandera, y que representa a todas las universidades nacionales argentinas.
Estamos convencidos de que se debe sostener el recorrido iniciado en 1884, cuando la Ley 1420, de educación común, obligatoria y gratuita, sentó las bases de la igualdad de oportunidades para el crecimiento y ascenso social de todos los argentinos. Ese recorrido tuvo un hito fundamental hace 105 años, cuando los jóvenes desde Córdoba impulsaron la Reforma Universitaria, logrando la autonomía universitaria y otras libertades que aún hoy disfrutamos. También es innegable el aporte del Decreto de Gratuidad Universitaria firmado hacia finales de 1949, un gran precedente en términos de igualdad en América Latina. Por último, numerosos artículos de la Constitución Nacional mencionan a la educación como instrumento fundamental para el desarrollo del país.
La defensa de la educación superior ha sido una constante en nuestra Argentina. Se trata de un bien público que tiene valor para quienes la reciben, para quienes la imparten y para todo el conjunto social beneficiario del progreso y el desarrollo que propone una ciudadanía instruida.
La investigación, junto con la docencia y la extensión, es una de las funciones sustantivas de la Universidad. Su desarrollo contribuye a la mejora de la enseñanza, la formación y actualización profesional docente y posibilita el desarrollo científico. La articulación entre docencia, investigación y extensión constituye el rasgo distintivo de la actividad universitaria. La investigación posee una proyección social. Busca brindar respuestas a necesidades que la comunidad requiere y propone desafíos a resolver en ciencia y tecnología. A través de la vinculación, permite desarrollos tecnológicos científicos como aportes indispensables al crecimiento de la sociedad.
Estamos dispuestos a sostener nuestra Universidad, una universidad inclusiva, de calidad, abierta a la sociedad y al mundo, que trabaja por un futuro sostenible y el bienestar de la comunidad. Nos comprometemos a defender estos principios cada día con todas nuestras energías, en la convicción de que la educación es un derecho humano universal.