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Declaración de Valencia: la Universidad, líder del desarrollo social

El encuentro internacional organizado por Universia llegó a su fin con un documento donde la rectora Esther Sánchez, junto a otros 700 líderes académicos, asumió el compromiso de guiar a la universidad para liderar un desarrollo sostenible con rigor, pensamiento crítico y compromiso social.

imagen Declaración de Valencia: la Universidad, líder del desarrollo social

Cómo la universidad puede contribuir a enfrentar algunos de los desafíos de la humanidad: Esther Sánchez llevó la voz de la UNCUYO al debate de Universia.

Valencia —conocida como la Ciudad de las Artes y las Ciencias— se convirtió durante tres días en la capital mundial de la educación superior. Cerca de 700 líderes académicos, entre ellos Esther Sánchez de la UNCUYO, asistieron al V Encuentro Internacional de Rectores Universia. Como estaba previsto, el debate concluyó con la lectura de la Declaración de Valencia

Invitada especialmente, la rectora de la UNCUYO tuvo la responsabilidad de exponer sobre la importancia de crear y fomentar redes e interconexiones que faciliten la movilidad académica. Allí reflexionó acerca del rol de las universidades en la formación de estudiantes que lideren el desarrollo sostenible, así como el aporte que generan los intercambios universitarios en términos de liderazgo, conciencia ambiental y valores culturales. “La internacionalización ayuda a desarrollar fundamentalmente habilidades y perspectivas que son esenciales para abordar los desafíos globales y contribuir al desarrollo sostenible”, subrayó en ese momento Sánchez.

A qué se comprometieron las y los rectores

El documento de conclusiones sobre Universidad y Sociedad que suscribieron todos los participantes reúne siete puntos clave:  

1. Reforzar la misión de la universidad para que la docencia, la investigación y la transferencia del saber, integren los retos sociales, medioambientales y económicos, redoblando así el compromiso y las acciones hacia el bienestar y el progreso de nuestras comunidades, del planeta y de la sociedad en su conjunto. 

2. Extender la oferta de aprendizaje a las distintas etapas a lo largo de la vida adulta, ampliando y flexibilizando los formatos educativos de nuestras universidades para que se adapten a las diferentes necesidades formativas de numerosas y diversas audiencias. 

3. Proveer a nuestros estudiantes de una formación integral, que incluya conocimiento multidisciplinar, habilidades transversales y valores que los preparen tanto para integrarse y dar forma al mercado laboral futuro, como para desenvolverse y liderar las sociedades venideras. 

4. Cultivar en nuestros estudiantes competencias innovadoras y emprendedoras que incrementen su empleabilidad, y les permitan idear, desarrollar y gestionar iniciativas emprendedoras sostenibles que den respuesta a los retos presentes y futuros. 

5. Integrar los desafíos globales y locales en las agendas de investigación de nuestras universidades; incrementar la interdisciplinariedad en la investigación y fomentar la transferencia y amplia divulgación de sus resultados en beneficio de la sociedad. 

6. Facilitar distintas formas de movilidad para los estudiantes y académicos de nuestras universidades -incluyendo la movilidad geográfica, virtual e intersectorial- en aras de fomentar el intercambio y enriquecimiento cultural, así como la educación abierta e inclusiva. 

7. Incrementar la colaboración con otras universidades, gobiernos, industria y sociedad en general, tanto en docencia, como en investigación y en transferencia, creando sinergias, complementando recursos, escalando iniciativas, reforzando alianzas a través de espacios comunes de educación superior y aprendiendo juntos para crear un mayor valor para la sociedad.

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