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¿DESIERTO? ¿EN LAVALLE?

Nota 3. Dos puntos para hoy: primero, te damos una semblanza de la situación de las comunidades huarpes en Mendoza (recordá que seis chicos de ese grupo son huarpes, y que ya hay otros treinta, cursando en la UNCuyo). En segundo lugar, te proponemos escuchar algunos pasajes de las entrevistas que realizamos a los jóvenes. (En la foto podés ver a estudiantes y profesores del programa, en una jornada de reflexión.)

22 de junio de 2006, 17:33.

imagen ¿DESIERTO? ¿EN LAVALLE?

Cuatro mil huarpes

No todos los chicos del programa de becas para Comunidades Huarpes y para Escuelas-albergue rescatan con igual pasión su pueblo. Sí, en cambio, lo hacen siempre los huarpes, como signo distintivo.

Existen doce comunidades huarpes en Mendoza (once en Lavalle, una en Uspallata). Habitan allí cuatro mil personas. Ocupan setecientas mil hectáreas, muchas de ellas en litigio.

Uno de los grandes problemas sociales que encuentran las comunidades, es el alto índice de analfabetismo. Por ello, la educación de adultos es insistentemente reclamada. Cuentan los chicos que no faltó quien les hizo firmar a los huarpes títulos supletorios (que asignan una parcela de tierra para cada familia) de sus tierras, sin que ellos supieran qué significaba realmente eso.

Hablamos del tema con Valeria Guaquinchay.

–Vengo de El Retamo, que queda a 120 km de Mendoza. Allá viven 75 familias. Pertenece a una de las comunidades huarpes.
–¿Te considerás huarpe?
–Sí, claro. Me considero descendiente de Huarpes.
–¿Qué significa eso para vos?
–Significa reconocer mi identidad, defender lo que es de nosotros. Queremos tierras para la comunidad Huarpe. No queremos títulos supletorios. Los animales, no podemos hacer que se queden dentro de un terreno, ellos caminan para buscar comida.

Los becados huarpes jamás permitirán que alguien hable de desierto, para referirse a sus tierras. ¿De qué desierto puede hablarse, si allí habitan miles de familias, realizando desde hace cientos de años actividades productivas? Ellos viven en el “campo”, corrigen. Y es que decir “desierto” no es una mera equivocación del lenguaje. Esa palabra tiene una fuerte carga despectiva. Se entiende, ¿no?

Los que hablan

¿Cómo hicimos las notas sobre el programa de Huarpes y Escuelas Albergue? Con testimonios, que hemos ido pincelando en las notas. Te proponemos ahora encontrar otros pasajes destacados de las entrevistas a los protagonistas principales.

José Alberto Sosa, de Las Catitas, Santa Rosa. “Empecé a adaptarme a la vida universitaria, al ritmo. Vine antes, a estudiar Ingeniería Agrónoma, pero no pude ingresar. Ahora quiero estudiar Trabajo Social (en la Facultad de Políticas y Sociales). ¿Por qué? Por la relación persona a persona.”

Mauricio Bazán, 18 años, de La Paz. “Quiero estudiar Ingeniería Industrial o en un ITU. Porque siempre me gustó la tecnología.”

Beatriz Mayorga, de San José, Lavalle. “Quiero estudiar Enfermería. Estaba indecisa, pero ya lo decidí. Es que quería estudiar Veterinaria, pero no pude. Fui a la facultad (de Medicina) y averigüé sobre las carreras. Tuve una charla con una enfermera, me terminó de convencer. (Ella también había querido estudiar Veterinaria.) Me gustaría volver a mi pueblo. Allá hay un centro de salud.”

Andrea Rodríguez, 18 años, San Miguel, Lavalle. “Quiero estudiar Comunicación Social o Derecho. Comunicación, porque escribir me encanta. Soy curiosa. Me gusta llegar hasta la verdad de las cosas. Derecho, porque me gustan las cosas justas. Y ayudar a las personas, defender la verdad. “

Rodolfo Palma, 18 años, Las Catitas, Santa Rosa.”Me gustaría estudiar Derecho. Porque me gusta defender a la gente. Y porque vivo con chicos que estudian tercer año (de la carrera).”

Patricia Ponce, 20 años, de San Juan. Encón, en el departamento 25 de mayo. “Voy a estudiar Enfermería. Antes de venir, ayudaba en una salita en mi pueblo, como voluntaria. Espero volver.”

Valeria Guaquinchay (Le pregunté el apellido varias veces, como si fuera extranjero… ¿Estará acostumbrada a semejante ignorancia?), de El Retamo, Lavalle. Pertenece a una de las comunidades huarpes. “Hay una gran diferencia allá (su pueblo) y acá (la ciudad de Mendoza). La tranquilidad, más que nada. La extraño. Acostumbrarme va a ser difícil. Pero si otros pudieron, ¿por qué no yo?

¿Para qué, para quién?

Estas preguntas son, quizá, las más importantes de todas las que nos planteamos, sobre esta experiencia particular. Son las respuestas donde se juega el sentido profundo de este intercambio entre la Otredad y la Mismidad. A ellas nos referiremos la próxima semana, cuando cerremos esta serie de publicaciones sobre huarpes y alumnos de escuelas albergue en la UNCuyo.

Germán Fernández
Para ¡en contActO!, boletín de la Secretaría de Bienestar Universitario
2006

(Termina la semana próxima)

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