Las actividades, organizadas por la secretaría de Bienestar Universitario, en conjunto con el Instituto de Derechos Humanos de la UNCuyo, el Gobierno de Mendoza y organismos de Derechos Humanos, se desarrollarán el martes 25 de marzo a las 17 en el Comedor Universitario.   

Recuperar el nombre de Moriña forma parte del conjunto de acciones que la Universidad genera para fortalecer los paradigmas de la vigencia, la promoción y la protección de los derechos humanos y la democracia. Homenajear su figura busca lograr un avance en la reconstrucción de la memoria como una dimensión de la identidad individual y colectiva donde no sólo interviene el pasado, sino también el presente y el futuro en la lucha por la verdad, la  memoria y la justicia.

Por su parte, el Gobierno de Mendoza donará la obra "Retrato de Luis Moriña" del artista Norberto Filippo a la Universidad Nacional de Cuyo, para su exhibición permanente en el edificio que llevará su nombre.

En sintonía con esta actividad se presentará también el mural “30 años de democracia”, elaborado por el grupo muralista “Panamá Club”. Esta obra, compuesta desde el lenguaje del arte contemporáneo y desde el importante rol que tiene y ha tenido la juventud nacida en democracia, celebra esta temática desde la óptica del presente, y refleja la actual concepción de los Derechos Humanos para la consolidación de derechos sociales, económicos y culturales conquistados en estos últimos 30 años.

Como cierre, “La Nadia Matilde” junto al guitarrista Pablo Girini, harán un recorrido por la música popular latinoamericana.

La historia de Moriña

Luis Rodolfo Moriña tenía 24 años y cursaba el segundo año de medicina cuando un grupo armado, no identificado, lo secuestró de su casa, previo destrozar la puerta de acceso de la vivienda y encerrar a los demás integrantes de la familia. Se lo llevaron solamente con un par de pantalones y descalzo. 

Esa noche, se presentó en el domicilio particular del entonces juez federal Luis Miret, un recurso de habeas corpus. Casi diez días después el magistrado se limitó a dejar constancia de que Moriña “estaba detenido a disposición del PEN”. El 19 de febrero de 1976, ante la insistencia de la familia que no había podido dar con él, el Ejército informó el presunto “profugamiento” de Moriña y que se había librado orden de captura. Frente a ello, el juez federal dispuso “que se tenga presente”.

Pese a la denuncia radicada por el padre del “Chino” en la Comisaría Seccional Cuarta de la ciudad de Mendoza, el entonces fiscal Otilio Romano solicitó el archivo por entender que no había delito lo que, sin haberse diligenciado ninguna medida investigativa, fue acogido favorablemente casi cuatro meses más tarde, por el juez federal Rolando Carrizo.

Por el testimonio de los compañeros del “Chino” que fueron secuestrados también esa noche por los “grupos de tareas” del aparato criminal, se sabe que fue alojado clandestinamente en dependencias del D2, brutalmente torturado, y posteriormente trasladado a la Compañía de comunicaciones de Montaña Nº 8. Desde entonces permanece desaparecido.