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Después del "veranito", la inflación volvió a sentirse en febrero

09 de marzo de 2009, 19:56.

Para la UNCuyo, los precios en los supermercados de Mendoza aumentaron 1,5%, el tripe que en enero. La suba en el boleto de micro incidió fuerte en la cifra. No están contabilizados los últimos aumentos en la carne.

Después de dos meses en los que la caída en el consumo había enfriado a los precios, en febrero el aumento en la canasta básica de Mendoza llegó a 1,5%, según el relevamiento mensual que hace la UNCuyo.

El dato contrasta con las cifras de diciembre (0,5%) y enero (0,3%). Sin embargo, los analistas preveían que el mes pasado volviera al ataque el efecto inflacionario, movido por la suba de las tarifas de los servicios públicos.

Así, Alejandro Trapé, economista que lidera el equipo que midió los precios, el aumento en el boleto de micro en la provincia fue el que mayor incidencia tuvo en la suba de la canasta básica. Por eso, según el relevamiento, los alimentos no tuvieron en febrero tanta participación en las subas, ya que su precio creció sólo 0,4%. “El comportamiento cíclico de frutas y verduras ayudó a reducir el registro”, dice Trapé, quien sin embargo advierte que en la canasta alimentaria observaron “algunos aumentos, como el de los productos cárnicos, que continuaron en marzo y eso se reflejará el mes que viene”.

El trabajo del equipo liderado por Trapé incluye el relevamiento periódico de un total de 121 productos alimenticios, 10 bebidas, 60 productos de limpieza y 25 productos de higiene personal. No incluye alquileres, gastos en educación y salud, entre otros. Aunque como novedad en febrero incorporaron a la medición por primera vez dos rubros: servicios (agua, gas, luz y teléfono) y esparcimiento.

“Estimamos que 2009 tendrá una inflacion cercan al 15-16%, que es menor que la de 2008 (24,1% en nuestros relevamientos) pero que es alta comparada con el resto del mundo (muchos países tienen inflación cercana a cero)”, anticipa el economista, quien no es optimista a pesar de la baja en el índice. “Desde el punto de vista de la conflictividad social que genera (pedido de recomposición salarial, paros, huelgas), sigue siendo un factor muy negativo”, opina.

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