Seis docentes investigadores de la UNCuyo recibieron el premio nacional de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer. El hallazgo servirá para disminuir la cantidad de muertes por este mal.
Un grupo de docentes investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo fue premiado por la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer por presentar el mejor trabajo sobre nuevos desarrollos terapéuticos y/o diagnósticos de cáncer.
En este caso en particular el equipo mendocino trabajó sobre el cáncer de mama y logró detectar un rasgo del tumor que es una alteración epigenética (de cambio).
El equipo formado por Francisco Gago, Javier Orozco, Laura Vargas Roig, Diego Marzese, María Roqué y Olga Tello recibió la suma de $12.000, la cual destinarán a la continuidad de las investigaciones, aunque podrán usarla de forma particular.
Además es la primera vez que una investigación del interior del país es premiada por esta liga.
Pero el mérito de los investigadores no termina allá, sino que se extiende a la historia misma de cómo se originó este trabajo científico hace dos años.
Trabajar a riesgo
María Roqué, doctora en Biología Molecular, dijo que “cuando un proyecto así comienza trabajás a riesgo, porque primero es pensarlo, escribirlo, y después de obtener algunos resultados preliminares recién allá podés pedir algún apoyo”.
Roqué relató también que el avance de la investigación fue posible gracias a la donación de un tubo secuenciador por parte de la Universidad de Amsterdam (Holanda) que cuesta 1.200 euros.
Según Roqué, “a ellos les convenía porque acababan de desarrollarlo para estudiar las alteraciones de genes y nos lo dieron para probarlo en el caso de cáncer de mama”.
Una vez obtenido este insumo, el grupo pidió la formación de un comité de bioética para obtener la autorización de estudiar casos de pacientes.
El trabajo de campo consistió en tomar las muestras de 100 pacientes diagnosticadas, quienes firmaron previamente un consentimiento informado para ser analizadas.
Las muestras fueron tomadas de los propios tumores, de sangre prequirúrgica, de los ganglios y del tejido sano que rodeaba la zona afectada por la enfermedad.
Los estudios realizados permitieron caracterizar los tumores, ya que cada uno de ellos es diferente.
Para su aplicación práctica falta algún tiempo todavía, pero los científicos involucrados en el proyecto calculan que no será mucho, ni que tampoco debería ser costoso para que las obras sociales brinden esta cobertura.
Genes supresores tumorales
- La imagen muestra un caso real de una paciente que presenta un tumor en la mama izquierda y metástasis en ambas axilas por la alteración de tres genes distintos.
- El análisis realizado por los investigadores sirvió para determinar que los perfiles de metilación (cambios genéticos) son iguales. La conclusión es que los bultos tienen el mismo origen tumoral.
- Si hubieran sido diferentes, el tratamiento médico sería distinto.
Diagnóstico
- Por día mueren 15 personas a causa del cáncer de mamas.
- Cada año son diagnosticados en el país 19.000 casos nuevos.
- De ese total, corresponden a Mendoza 600 pacientes.
- La investigación apunta a bajar la cantidad de muertes. Para prevenir este tipo de cáncer deberá desarrollarse la misma detección de alteraciones genéticas en tejido tumoral en la sangre.
- Con el premio comprarán otro secuenciador, que servirá para duplicar el número de estudios.
La investigación desarrollada
El proyecto de investigación se denomina “Perfil de metilación tumoral como biomarcador para cáncer de mama”, pero no hay que asustarse. Laura Vargas Roig es docente e investiga el cáncer desde hace décadas. Ella fue la responsable de explicarlo de manera sencilla: “El cáncer es una enfermedad genética que se produce en una célula que viene creciendo normalmente. Cuando se descontrola ocurre que unos cuantos genes que tienen que estar activos se desactivan, y los que no tienen que estar activos se activan. Eso pasa en cualquier tipo de cáncer”.
Sin embargo, continuó explicando Roig, “dos mujeres pueden tener un cáncer de mama y los genes que se les alteran son totalmente distintos en cada una”.
La profesional explicó que “hoy la medicina tiende a ser personalizada. Ante una infección urinaria se realiza un antibiograma y se determina el antibiótico específico. En cambio, en los tratamientos de cáncer, los drogas no resultan igual en todos los pacientes porque éstos tienen alterados genes diferentes”.
Cada gen es un tren de información con varios vagones, y si se sale uno de esos vagones ya no está bien. Pero además hay genes que sufren cambios epigenéticos, donde el tren está perfecto pero en algún vagón se le acopló una “mochila” (metilo). Y hay genes que deben llevar esta “mochila” pero la enfermedad surge cuando se desregula el proceso. Este es un cambio imperceptible y entonces la célula comienza a funcionar en contra del propio organismo. Nuestro estudio preliminar indica que esta detección de esa alteración de los genes se puede hacer precozmente”.
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