La profesora Margarita Masciotti acudió a la Justicia al considerar que los docentes, el administrativo y los dos alumnos habían incurrido en calumnias e injurias en su contra cuando cuestionaron su proceder durante la última elección de autoridades en 2003 y denunciaron irregularidades en el manejo de fondos de una de las carreras.
Además, los integrantes de la Primera Cámara resolvieron librar compulsa al fiscal por los dichos de una testigo que mencionó durante las audiencias que existían anomalías en las liquidaciones de haberes del establecimiento.
Durante el debate se ventilaron acusaciones de los querellados acerca de presuntas irregularidades en la elección de rector en febrero de 2003, cuando la profesora Masciotti obtuvo la tercera reelección consecutiva, y sobre el manejo de los fondos de la cooperadora de la Escuela Normal y de la Secretaría de Extensión Universitaria con la Universidad de San Luis.
Se trata de los profesores Ramón Maluenda, Luis Vespa, Graciela Sáez, Estela Alvarez, Liliana Mascarell, y el empleado administrativo Claudio Carrizzi. Éstos, junto a dos alumnos, conformaban una lista opositora a Masciotti, quien al ser cuestionada públicamente se sintió ofendida y acudió a la Justicia.
Las partes no llegaron a un acuerdo durante las dos audiencias de conciliación previas al proceso. El hecho puntual investigado fueron los términos de una denuncia que los docentes presentaron ante la Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Senadores relatando las supuestas irregularidades cometidas por el rectorado, y los dichos vertidos en FM 95.7, cuando un grupo de docentes se refirió a la impugnación de las elecciones en la Escuela Normal y se produjo un llamado telefónico de la directora de Educación Superior, Gladys Palacín de Jury, a pesar de que esta FM no se sintoniza en la capital de la provincia.
El debate fue presidido por el juez Eduardo Orozco junto a los doctores Domingo Mauricio y Jorge Canale, y como fiscal actuó el doctor Norberto Jamsech.
Ante el tribunal, la profesora Mónica Balada se refirió a la existencia de "falsedades" en las planillas de horarios y sueldos, y denunció que la escuela era "un ámbito de mucho estrés y sufrimiento" debido a las persecuciones a que eran sometidos los docentes que no participaban de la forma de pensar de la rectora. Los demandados coincidieron, asimismo, en que los cuestionamientos no fueron hacia la persona de la rectora, sino a su accionar como funcionaria.
La profesora Marta Juan, a su turno, detalló los vicios existentes en la elección que otorgó a Masciotti su tercer mandato consecutivo, y mencionó el caso de la docente María Simón que, gracias a "una cadena de responsabilidades", cobraba su salario sin trabajar, hecho que ahora será investigado penalmente.
Los profesores de Informática, Pedro Cerruti, y de Ciencias de la Educación, Cecilia Neme, relataron la desaparición y posterior reaparición de 1.500 pesos de las cuotas de una licenciatura dictada por convenio con la Universidad de San Luis y, al igual que sus compañeros, lamentaron el cambio de horario de tarde a la mañana que Masciotti impuso a un empleado administrativo que integraba la lista opositora sabiendo de antemano que éste no lo podría cumplir por tener un otro trabajo como canillita.