San Rafael se encuentra en una situación de alto riesgo en su abastecimiento de energía eléctrica a causa de una única vía de abastecimiento. Así lo advierten tanto en el flamante Instituto de Energía de la Universidad Nacional de Cuyo como en la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA), ente encargado del manejo del Sistema Interconectado Nacional.
"San Rafael está con una dependencia eléctrica de riesgo, porque si la línea de abastecimiento de la ciudad tiene algún problema, ya sea vandalismo, sabotaje o un fuerte viento que voltee el tendido, no hay posibilidades de suplirlo con otra vía de suministro de energía eléctrica, hasta tanto no se levante esas estructuras que se puedan haber caído o se repare la línea, lo que dependerá del daño", dijo a Diario San Rafael el ingeniero Dante Bragoni, director del Programa de Investigación y Desarrollo de Bioenergía del Instituto de Energía de la UNC.
El profesional estuvo el viernes en la sede local de la casa de alto estudios para presentar oficialmente el instituto y el programa con el que se busca aportar conocimientos para transformar la matriz energética de la provincia, previendo la inminente crisis por el agotamiento de las reservas de petróleo.
En su presentación, Bragoni advirtió del riesgo basándose en un informe de CAMMESA que data del 2001, previo a la crisis, cuando predecía que en una eventual reactivación económica el mayor consumo de electricidad iba a saturar el tendido eléctrico si no se hacían las inversiones necesarias, lo que se está cumpliendo desde hace dos años, cuando el crecimiento del país alcanzó altos niveles.
Pero esa situación local de la que advierte el ingeniero aún se mantiene, ya que en el último informe de CAMMESA titulado "Evaluación de riesgos de mediano y largo plazo - Período 2005-2007", publicado en su sitio de Internet (www.cammesa.com.ar), el ente nacional todavía mantiene a San Rafael, junto a Jujuy y Formosa, en situación de "alto riesgo de colapso ante falla simple", esto último entendido como una interrupción instantánea del suministro superior al 70% de su demanda. Para llevar a nuestra ciudad a la categoría de "riesgo bajo de colapso", recomienda como "obra de seguridad" la construcción de una "línea de 132 kv entre San Rafael y Nihuil IV".
Además, CAMMESA coloca a San Rafael en la categoría "media" cuando evalúa el "riesgo actual de desabastecimiento prolongado", lo que se entiende como la situación en la que una ciudad se encuentra ante la eventual pérdida prolongada de una línea por más de un día y menos de 10 y que, luego de efectuadas las maniobras o puestas de servicios necesarias, es abastecida por debajo de la mitad de su demanda o consumo habitual.
Para esto, el informe recomienda que "si se considerara en servicio la línea de 132 kv entre San Rafael y Nihuil IV, ya descripta como de seguridad, San Rafael también disminuirá el riesgo de desabastecimiento prolongado", pasando a la categoría "baja".
Línea Comahue-Cuyo aún no es solución
Para el ingeniero Bragoni, esa posible línea entre la ciudad y la central hidroeléctrica Nihuil IV es la más adecuada por el momento para salir de apuros en caso de caerse el único tendido de abastecimiento de San Rafael. "La línea Comahue-Cuyo, como está prevista hasta ahora, no soluciona ese problema, se lo resuelve al Gran Mendoza", afirma el profesional, quien amplía diciendo que por el momento ese tendido eléctrico sólo pasará por el departamento, ya que para abastecer con energía desde la zona de generadores del Comahue será necesario "abrir la línea, hacer una estación transformadora y empalmarla con el sistema eléctrico de San Rafael".
Potencial para desarrollar energías renovables
La provincia cuenta con potencial para desarrollar las denominadas energías renovables, que serán imprescindibles cuando se acabe el petróleo. En esto trabaja el Instituto de Energía de la UNC, en cuyo marco se lleva a cabo el programa de biocombustibles que informamos en la edición del viernes. El ingeniero Bragoni explica que San Rafael tiene un enorme potencial en la generación de energía hidráulica. Enumeró la proyectada central de El Baqueano (entre Agua del Toro y Los Reyunos), otra similar aguas arriba de Nihuil I y de Agua Toro, en el río Salado (en Malargüe), minicentrales en los marginales del río Diamante, y por supuesto, la repotenciación del sistema Nihuiles por el trasvase del río Grande al Atuel y las proyectadas centrales en el cauce del Grande. "El potencial hidroeléctrico que tiene la provincia de Mendoza es inmejorable, hace falta fondos y proyectos para llevarlo adelante", sostuvo el académico.
Se suma a ello, la energía solar en todo el territorio mendocino (debido a los pocos días nublados y alta radiación solar), posibilidad de instalación de generadores eólicos en Malargüe (muchos vientos) y potencial geotérmico en El Sosneado, aunque esto último debe estudiarse su factibilidad.