A medida que acentúe la crisis petrolera por la escasez de este recurso energético el desarrollo de combustibles alternativos se acelerarán y será necesario proveerse de enormes cantidades de materia primera. Esto abre una puerta a la agricultura local para incorporar un cultivo adicional a los tradicionales frutales, vides, hortalizas, forrajes y forestales.
El topinambur, conocido comúnmente en la zona rural como "papa chanchera", porque su tubérculo se usa para la alimentación de los cerdos, es señalado como materia prima del "bioetanol"; mientras que la colza, planta de la variedad oleaginosa, del "biodiesel".
"Son tecnológicas viables a nivel agrícola, son especies factibles de cultivar en las condiciones locales, lo que está haciendo falta es que se desarrolle la industria asociada para procesarlos y obtener el alcohol", explicó a Diario San Rafael la ingeniera agrónoma Cecilia Rébora, titular de la cátedra Agricultura Especial de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNC, que junto a su colega Horacio Lelio ofrecieron una charla en la sede local de la casa de altos estudios sobre "producción regional de materia prima para biocombustibles".
La profesional recuerda que, en teoría, el corto plazo será necesario desarrollar esa industria, ya que una ley nacional recientemente aprobada y promulgada establece que a partir del 2010 las naftas y el gasoil van a tener que ser "cortados" con un 5% de biocombustibles.
Recordemos que, como hemos informado anteriormente, la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de San Rafael trabaja en la investigación y desarrollo de este tipo de combustibles en conjunto con Ciencias Agrarias y Ciencias Económicas de la UNC.
Ambos plantas no necesitan demasiados cuidados y se cultivan en primavera-verano en "terrenos franco-arenosos, es decir sueltow, y tienen que ser regados con los milímetros de agua que llueven en esta zona".
Las experiencias realizadas en Europa indican que el topinambur tiene un importante rendimiento, ya que en Suiza -señala Rébora- han obtenido de 50 toneladas de este tubérculo 4500 litros de etanol. "Cincuenta toneladas podrían ser tranquilamente el rendimiento de una hectárea, o sea que en esa superficie podríamos estar sacando 4.500 litros de ese alcohol".
En el caso de la colza, la Facultad de Ciencias Agrarias ha logrado en su campo de experimentación de Luján de Cuyo obtener un rendimiento cercano a los 3 mil kilos por hectárea. "Esto es bastante bueno -evalúa la ingeniera- considerando, además, que el contenido de aceite de esta especie ronda entre 48 al 50%, por lo que podríamos obtener 1.500 litros de aceite y, según los especialistas industriales de Ciencias Aplicadas, con mil litros de aceite se obtienen 90 litros de biodiesel".
En nuestro departamento actualmente se cultiva la "papa chanchera", pero para producir inulina. Unos 14 productores, con un total de 30 hectáreas, apuntan a vender a una fábrica de este elemento alimentario ubicada en el norte provincial.
La colza se cultiva en otoño-invierno en terrenos similares a los que requiere la "papa chanchera". "Las condiciones agroecológicas de San Rafael permitirían hacer sin problema cualquiera de estos dos cultivos", además de que al no ir a consumo humano directo "sería interesante utilizar aguas residuales urbanas (líquidos cloacales tratados), que las experiencias mundiales indican que los rendimientos con ese riego son muy altos y es un doble beneficio: obtener una materia prima para fermentar y deshacerse de esas aguas que son contaminantes, o sea es un efecto benéfico desde el punto de vista ambiental".
Interés por biocombustibles
Brasil va a la vanguardia de la utilización naftas y gasoil mezclados o "cortados" con biocombustibles, y que en Argentina se intentará aplicar en 2010. Esto ha despertado el interés de grandes empresas, como la petrolera Repsol-YPF y la división aceitera de Molinos Río de la Planta, quienes proyectan instalar plantas industriales para el procesamiento de combustibles vegetales en el polo aceitero de Rosario.
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