Un total de 1738 estudiantes se sumó este año a los diferentes programas de becas que impulsa la UNCuyo como parte de una política de inclusión que busca facilitar el acceso, permanencia y egreso a la educación superior, principalmente de jóvenes de menores recursos socioeconómicos. Además, se renovó el beneficio de la beca para 916 alumnos, dándole continuidad a la que recibieron el año anterior.
A partir de un presupuesto estimado de 24 millones de pesos la secretaría de Bienestar Universitario entregó 2654 becas, distribuidas en los programas para estudiantes con Discapacidad, estudiantes de Pueblos Originarios y Escuelas Albergues, de Ingreso y Permanencia Universitaria (BIPU) y De la Esquina a la Universidad; además de Ayuda Económica, Comedor, Jardines Maternales y Residencias Universitarias.
Además de atender las necesidades económicas, desde la UNCuyo se intentan atenuar otras situaciones que pongan en riesgo la continuidad del trayecto académico del estudiante. Por ello, se articulan acciones con áreas académicas de las Facultades, secretarías de Asuntos Estudiantiles, Centros de Investigación y otras dependencias del Rectorado. Y con la colaboración del personal de apoyo, se realizan entrevistas personales y domiciliarias, derivación a otros organismos, talleres de estrategias de estudio, de educación para la salud y de contención socio-afectiva.
Los nuevos becados tuvieron su acto de bienvenida en el Comedor Universitario, que encabezó el rector Arturo Somoza y la secretaria de Bienestar Belén Álvarez. También participaron el vicerrector José Rodríguez, el decano de Ciencias Aplicadas a la Industria, Roberto Battistón, la decana de Educación Elemental y Especial, Mónica Castilla, y otras autoridades universitarias.
La máxima autoridad de la UNCuyo se refirió a los programas de becas como una “verdadera” política de Estado que reconoce los derechos de los más vulnerables. “La beca que ustedes han recibido no es una donación, es un derecho que tienen como ciudadanos argentinos y latinoamericanos de poder realizarse a través de una de las dimensiones de la realización humana, que es el estudio, pero con compromiso social, que también es lo que se promueve desde esta Universidad”, expresó.
En ese sentido, agregó que desde hace mucho tiempo que se pasó de pensar y hablar de la Universidad como un espacio de privilegio a uno de compromiso. “La sociedad argentina, con el pago de sus impuestos, financia la educación pública y gratuita, y esto significa un compromiso para las autoridades universitarias, docentes, personal de apoyo académico y alumnos. Porque los estudiantes están aquí no solo para su realización y progreso personal, sino también para servir al pueblo argentino y desarrollar esta nación plenamente”, enfatizó.
A su vez, Somoza destacó el compromiso con la sociedad de los estudiantes en su formación integral. “Estamos proponiendo que la formación no quede reducida al enfoque disciplinario que elijan los estudiantes, sino que tenga una transversalidad, una comprensión desde las distintas disciplinas más holística, más integral de la sociedad, de lo que significa ser un profesional en esta Universidad y devolverle a la sociedad. Si la Universidad no educa en esta comprensión integral de la realidad es muy difícil que luego puedan haber profesionales que realmente respondan a ello”, dijo.
“Este sistema de becas debe seguir siendo un orgullo no sólo para nosotros sino para nuestra sociedad. Y el orgullo está en el compromiso. Allí creo es donde somos reconocidos como sociedad, en tanto seamos capaces de leer las demandas y necesidades sociales y responder a ellas”, finalizó el Rector.
Por su parte, la secretaria de Bienestar Belén Álvarez evocó “otras épocas” en que los estudiantes proclamaban la defensa de la Universidad Pública. “Muchos estudiábamos en un contexto complejo y de resistencia desde una Universidad que se resistía a un Estado que pretendía una educación arancelada, elitista, para pocos. Se concebía a la educación como un servicio, no como un derecho donde pasábamos 3 o 4 meses sin cobrar las becas y se hacía muy difícil porque muchos veníamos de territorios alejados” recordó la funcionaria.
En este sentido añadió: “Es sumamente gratificante celebrar hoy que cada vez más estudiantes acceden a la educación superior, como un derecho humano para toda la vida. Aquí es fundamental rescatar el valor del compromiso social de los estudiantes, relacionada con la igualdad de oportunidades para acceder al conocimiento”.
En coincidencia con el Rector, la secretaria se refirió a la formación integral de los estudiantes. “No sólo tenemos que formarnos en determinadas disciplinas académicas sino también rescatar la importancia del arte, la cultura, la actividad física, recreativa y la política. Formarnos como sujetos, como ciudadanos”, señaló.
Finalmente, abogó para que más estudiantes accedan a la educación superior en toda la Provincia. Además mencionó que se pasó de un presupuesto de 10 millones en 2008 a 24 millones de pesos en 2014, lo cual implica aproximadamente 100 becados graduados en los últimos 3 años.
Durante el acto, se proyectó un video para celebrar los primeros 10 años del programa de becas para la Inclusión de Jóvenes de Pueblos Originarios y Escuelas Albergues. La iniciativa permitió que más de 150 jóvenes –en su mayoría originarios- proyectaran sus estudios universitarios. Este Programa -referente pionero en el país- representa, por sus características, una propuesta educativa integral que aborda los componentes académico, asistencial y promocional e impacta en las dimensiones culturales, sociales y comunitarias de los jóvenes.
Luego se entregó a las autoridades, egresados y ex docentes del Programa un recordatorio por los 10 años de trayectoria. Se trató de una artesanía que realizó Tita Guaquinchay, tejedora de la Comunidad El Retamo de Lavalle y actual estudiante del Profesorado de Enseñanza Primaria de la facultad de Educación Elemental y Especial.
El cierre del encuentro lo protagonizó el grupo Melezca, que interpretó canciones populares latinoamericanas.