Diez dirigentes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), incluidos dos copresidentes y varios consejeros superiores, quedaron procesados por la Justicia federal acusados de "secuestro coactivo agravado". La decisión la adoptó el juez federal Octavio Aráoz de Lamadrid en la causa iniciada el 28 de mayo después de la toma del Rectorado de la UBA, denunciada por el rector Rubén Hallú.

Ese día, un centenar de estudiantes ingresó por la fuerza al edificio de Viamonte 430 donde estaba reunido el Consejo Superior y durante un par de horas impidió la salida de los consejeros. La causa de la violenta protesta era la posible desactivación de la Sede Merlo del CBC. Los estudiantes procesados y embargados por 10.000 pesos, sobre los que además pesa prohibición de abandonar el país, son Cristian Henkel y María Damasseno, ambos presidentes de la FUBA; los ex presidentes Agustín Vanella, Juan Pablo Rodríguez y Santiago Gima; los consejeros superiores Leonardo Perna y Mariela Solesio, y los consejeros directivos María Laura Casal, Néstor Raia y Roberto Díaz Fridman.

El carácter agravado del delito fue establecido "por el número de participantes" y porque "no existe causa alguna que legitime el accionar" de los manifestantes, dijo el juez. El rector Hallú, quien presidía la reunión del Consejo pero había salido, denunció el episodio como una privación ilegítima de la libertad de los consejeros.

"Apelaremos el procesamiento y denunciaremos la persecución política sobre nosotros. ¿Secuestro? Era una reunión abierta, había periodistas, decanos... ¿qué secuestro es este?", comentó Henkel.