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Distinción a una meteoróloga argentina que brilló en EE.UU.

31 de octubre de 2008, 16:05.

Allí fue la primera mujer doctorada en el MIT. Trabajó en la NASA y en el Servicio Meteorológico.

Ella quería ser física, pero su madre no podía costearle sola el estudio en la Universidad de Buenos Aires. Sólo había becas disponibles para Meteorología y Eugenia Kalnay terminó siguiendo esa carrera. Nunca se arrepintió: "Es la física de la atmósfera y me permitió trabajar para la humanidad", contó a Clarín. Ayer, después de una trayectoria brillante de cuatro décadas a nivel internacional, fue condecorada por la misma universidad con el título Doctor Honoris Causa, en el aula magna del pabellón II de Ciudad Universitaria. Kalnay lo recibió de la mano de Carolina Vera, una de sus ex alumnas y ahora vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. También estuvo presente el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao.

"'Cómo ayudó a la humanidad desde su trabajo?", le preguntó Clarín. "Entre 1987 y 1997, fui directora de investigación del Servicio Meteorológico de los Estados Unidos, y desde ese lugar pude desarrollar técnicas por las cuales se mejoraron muchísimo los pronósticos del tiempo. Se logró que un pronóstico para dentro de los 10 días tuviera la misma calidad que un pronóstico para los dos días siguientes. Este cambio tuvo un impacto económico enorme, porque permitió planificar mejor diferentes actividades, como las agrícolas. Los resultados están disponibles para todo el mundo".

Kalnay -66 años, un hijo- sigue trabajando como científica y docente en Maryland. Con sus estudios, también aportó datos para entender el cambio climático mundial. "Podemos evitar un desastre. George W. Bush no tuvo liderazgo. Ahora hay que tomar medidas que deberían haberse realizado diez años atrás, como reducir el uso de los combustibles fósiles y promover el desarrollo de las energías limpias, como la eólica y la solar. La Argentina no puede quedarse al margen y podría tomar decisiones en esa dirección. Tiene un gran potencial para alentar las energías eólica y solar", afirmó.

La vida de Kalnay quedó marcada por los vaivenes de la ciencia argentina. Cuando obtuvo el título de meteoróloga, se produjo el golpe militar de 1966. Se exiliaron muchos profesores. Y la científica se fue a los Estados Unidos. Fue la primera mujer que se doctoró en Meteorología en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). "También fui la primera alumna en embarazarse", recordó. Esa universidad fue originariamente sólo para varones. Después, trabajó en la NASA, y llegó a ser titular del departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Maryland.

Una vez por año, Kalnay viene a la Argentina. En Buenos Aires, sólo se anima a caminar por la vereda. En cambio, en los Estados Unidos va en bicicleta a trabajar (¡pedalea 8 kilómetros diarios!). Ahora está dando un curso para 100 estudiantes latinoamericanos. "Es lo más lindo de mi carrera. Mis estudiantes aprenden como papel secante".

'Y cómo ve a la meteorología en la Argentina? "En 1976, esta ciencia vivió también su golpe. El Servicio Meteorológico Nacional pasó a manos militares y recién el año pasado volvió a estar en manos de civiles y científicos. Aunque quedaron secuelas, el cambio fue un gran acierto".

Para mentes brillantes

Eugenia Kalnay hizo su doctorado en Meteorología en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge, en el noreste de los Estados Unidos. Esta universidad privada fue fundada en 1865 y se orientó hacia las ciencias duras, como la ingeniería o la física. Entre los ganadores del premio Nobel, hay 71 estudiantes o profesores del MIT, como el matemático John Nash (fue representado en el filme "Una mente brillante"). Comenzó con varones, pero en 1999 fue la primera universidad en admitir que había restringido el desarrollo de las mujeres.

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