“Su figura adquiere una trascendencia Latinoamericana y una dimensión universal porque universaliza temas que tienen que ver con la esencia del hombre, de la humanidad y de la cultura”, así describió el rector de la UNCuyo al scientista social Atilio Borón, en el acto de entrega la máxima distinción universitaria.
El escenario elegido fue el Aula Magna “Mauricio López” de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales ya que el pedido nació de esa Unidad Académica, fundamentada en que su producción remite al desarrollo de un pensamiento social crítico y a la lucha por la emancipación latinoamericana. Se suma a las razones numerosos premios entre los que se destaca el José Martí, de la UNESCO, por su trabajo para la integración latinoamericana. En ese sentido el Consejo Superior de la UNCuyo resolvió otorgar al reconocido sociólogo el título de Doctor Honoris Causa.
En ese ámbito Somoza sostuvo que la Distinción en la tradición universitaria argentina “no tiene los ornamentos que tienen otras tradiciones como las europeas quizás por nuestro espíritu americano, republicano y democrático, pero tiene una valoración intrínseca muy importante como referente”.
Agradeció a las autoridades por haber aceptado el gran honor que impone la Universidad de Doctorado Honoris Causa “el cual apreciamos y valoramos como reconocimiento y distinción, que significa también un acto de compromiso mutuo. Para nosotros no sólo es la posibilidad de dar sino de recibir, lo que significa un vínculo no un momento en el proceso. Un grado de calidad superior en la relación que particularmente con esta Facultad ha tenido hace mucho tiempo pero que hoy en día es de toda la Universidad”, expresó el ingeniero agrónomo.
“Podemos acordar o disentir con su pensamiento o militancia pero nadie puede decir que no es merecido”, dijo la decana Graciela Cousinet.
La funcionaria recordó la relación del sociólogo con la Facultad tras su primera visita en 1985 a unas jornadas de capacitación y actualización de posgrado; oportunidad en que deslumbró por su “impactante capacidad de relacionar conceptos y de lograr síntesis esclarecedoras y superadoras”, dijo la académica.
Lo describió además como el arquetipo del intelectual comprometido no sólo con la teoría sino con la práctica y manifestó su compromiso social y político en la gestión y en la participación en el debate de ideas, así como su aporte integral a la defensa de los procesos latinoamericanos.
El nuevo Doctor Honoris Causa de la UNCuyo agradeció el reconocimiento y expresó estar “abrumado por la hipérbole de elogios”. Subrayó el cariño hacia esta Casa de Estudios en la que participó después de estar largos años fuera del país, por lo que la distinción simboliza algo más que un hecho formal.
Luego analizó el escenario actual a partir de su conferencia “La transición geopolítica global y el papel de América Latina”, el que graficó con una frase del presidente ecuatoriano Rafael Correa: “No vivimos una época de cambio sino un cambio de época”.
A su vez mencionó que en este cambio de alcance global “estamos viendo los reacomodos de las turbulentas aguas del sistema internacional en donde viejas jerarquías son desafiadas y antiguos anhelos de los pueblos de la periferia irrumpen con mayor fuerza”. Para describir ese sistema internacional utilizó las palabras de Gramsci que postulan que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer; dando origen así a fenómenos aberrantes y monstruosos.
Esta investigación se enmarca dentro de uno de sus libros en torno a dos tesinas. La primera analiza la constatación del debilitamiento de Estados Unidos como centro organizador, es decir, como Imperio; y en consonancia con ello una segunda tesis que argumenta que la historia demuestra que en la fase de descomposición los imperios se vuelven más violentos y agresivos. Argumentó su pensamiento con datos cruciales de ese debilitamiento, cuya principal causa es el crecimiento de la deuda pública norteamericana que tiene como trasfondo el fenómeno inusitado del gasto militar. “La disparidad militar no permite ganar guerras -dijo y agregó- y eso va en contra del poder imperial”, y puso como ejemplo las guerras de Vietnam e Irak.
Concluyó su disertación reflexionando sobre la unión de los países latinoamericanos para contener el avance de los Estados Unidos. “Sin este proceso unitario, sino fortalecemos la UNASUR, la Celac y el Mercosur, unos tras otros de nuestros países van a caer en manos de grupos de la clase dominante que son los que buscan controlar América Latina”.
Breve presentación
Atilio Borón nació en Buenos Aires y obtuvo el título de Licenciado en Sociología de la Universidad Católica Argentina. También es Magíster en Ciencia Política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y Doctor en Ciencia Política de la Universidad de Harvard.
Actualmente es investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), profesor titular de Teoría Política y Social en la carrera de Ciencias Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación.
Se desempeñó como secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en el departamento de Ciencia Política del Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston y en la Universidad de California, entre otros puestos.
Es además autor de numerosos libros y ensayos que son de consulta permanente en las carreras y cátedras vinculadas a su especialidad en la UNCuyo.