Carlos Balseiro, actual director del Balseiro, y también egresado y docente de ese Instituto de la UNCUYO, recibió el título de Doctor Honoris Causa por parte de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Es un reconocimiento a su compromiso con la formación de científicos e ingenieros de excelencia. El acto se concretó en el aula Magna de la Casa de Estudios porteña.
“El grado de Doctor Honoris Causa es una distinción excepcional que se otorga a partir de un procedimiento exigente de evaluación para hacer un reconocimiento a una persona ejemplar”, expresó el rector de UADE, Ricardo Orosco. Además, indicó que desde su creación la Universidad entregó 14 Doctorados Honoris Causa.
"Carlos Balseiro es doctor en Física y director del Instituto Balseiro, prestigioso centro educativo especializado en carreras de física, Ingeniería Nuclear, Mecánica y en Telecomunicaciones", expresa una breve reseña que preparó la Universidad. “Se desempeñó como investigador en la Comisión Nacional de Energía Atómica y como Investigador Superior en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Es autor de más de 180 publicaciones científicas y orador internacional en temas vinculados con la física de la materia condensada”, agrega.
La ceremonia reunió a autoridades académicas, empresarios, líderes de opinión, figuras de la cultura, docentes y alumnos universitarios, además de colegas, profesores, alumnos y familiares de Carlos Balseiro.
Entre los presentes se encontraban los profesores y mentores de Carlos Balseiro, Francisco de la Cruz y María Elena Porta. En ese contexto, De la Cruz remarcó: “El trabajo realizado por Carlos Balseiro es respetado, reconocido en el país y en el exterior. Sirve también como ejemplo de que el entusiasmo, el esfuerzo y la colaboración entre jóvenes y no tan jóvenes investigadores genera conocimiento que se traslada a nuestra sociedad y de allí al resto del mundo, favoreciendo la colaboración y conocimiento mutuo”.
A su turno, Carlos Balseiro primero agradeció el reconocimiento a las autoridades de la UADE. Luego compartió con la audiencia reflexiones en torno a cómo un país que parecía estar destinado a ocupar un lugar importante en el concierto de países avanzados ha perdido tantas oportunidades.
“Estoy convencido de que el único camino al desarrollo es la educación, la ciencia, la tecnología, la creación de conocimiento genuino que llegue a todos y cada uno de los habitantes de nuestra tierra. Y en esto, las comunidades de educación, de ciencia y tecnología, tenemos una enorme responsabilidad. Es claro que solos no podríamos pero sin nuestro compromiso, sin la transmisión de conocimiento, sin la prédica de valores no hay esperanza”, enfatizó el físico.
También se refirió a Jorge Sábato y a la importancia de tener en cuenta a la academia, el estado y la empresa en la creación de políticas de Estado a largo plazo para el desarrollo del país. Sin políticas de Estado “las marchas y contramarchas no ayudan, se pierden oportunidades y generan frustraciones”, dijo.
Además hizo hincapié en el gran valor de la investigación básica o la ciencia que busca el conocimiento por el conocimiento mismo. “¿Vale la pena ocuparse del cosmos o del big bang, cosas tan alejadas de la vida diaria? Yo creo que sí por varias razones. En primer lugar, la mayoría de los avances tecnológicos nacieron de preguntas formuladas por la mera curiosidad, nunca sabremos cuál será el resultado de un estudio si no lo hacemos y nunca sabremos cuál puede ser el impacto de haberlo hecho”, reflexionó. Y dio como ejemplos de cómo esa búsqueda de conocimiento impactó en la mejora de la calidad de vida de la humanidad.