El físico Gonzalo Torroba, investigador del CONICET y docente del Instituto Balseiro (CNEA-UNCUYO) recibió el premio "Estímulo a la Física Dr. Mario Bunge", por parte de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
La distinción, que este año se otorgó mediante una ceremonia virtual debido a la pandemia, lleva el nombre del filósofo y físico argentino Mario Bunge (1919-2020) que falleció en febrero, en Canadá. Torroba es egresado de la Licenciatura en Física del Balseiro, institución de educación pública dependiente de la CNEA y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO).
“Me enteré por un correo electrónico de la Academia”, contó Torroba. “Para mí fue un gran honor recibir este premio, y también un fuerte empuje para seguir adelante; en este año tan difícil para todos”, expresó el docente e investigador.
Al reflexionar sobre el sentido de este premio, Torroba, doctor en Física, destacó la importancia de la ciencia básica, que enfatiza la Academia. “Muchas veces las urgencias del momento nos hacen perder de vista que la investigación científica da lugar a progresos a largo plazo. Por otro lado, la Academia Nacional muestra el papel de la ciencia y la tecnología para progresar”, expresó.
“He tenido la fortuna de formar parte de instituciones como CONICET, CNEA y el Instituto Balseiro, que son visionarias sobre el camino para el progreso a través de la ciencia y tecnología”, destacó.
“Creo que el premio ayuda a mostrar que la forma en la que hacemos ciencia (siendo críticos, pero constructivos, y poniéndonos de acuerdo sobre determinadas leyes o lineamientos a seguir) es un modelo que sería muy bueno imitar como sociedad y como país”, sostuvo Torroba, pampeano de nacimiento y barilochense por adopción.
Física Teórica
Luego de egresar del Balseiro, realizó su Doctorado en Física en Rutgers University. Al finalizar el doctorado, se trasladó con su familia a Estados Unidos, donde realizó dos posdoctorados: en el SLAC (Stanford Linear Accelerator California) y en el Departamento de Física de la Universidad de Stanford. En 2014, regresó a Bariloche, donde se desempeña como docente e investigador. En 2017, con 36 años, recibió el Premio Estímulo a Jóvenes Científicos de la Fundación Bunge y Born.
Su campo de investigación abarca tres aspectos de la física teórica: física de altas energías, materia condensada y cosmología. “Lo que más me sorprende es que desarrollos que uno entiende en un área pueden pasar a ser muy útiles en otras áreas utilizando un lenguaje común interdisciplinario”, comentó.
Como parte de su tarea docente, es director de Tesis. Entre otras, dirigió la Tesis de Lucas Daguerre, estudiante del Balseiro, sobre Teoría de los Campos no Relativistas, que obtuvo una mención especial de la Asociación Física Argentina recientemente (ver nota).
Respecto al premio de la ANCEFN, Torroba señaló: “Para mí fue una sorpresa que el premio llevara el nombre de Mario Bunge, fallecido este año, porque había leído algunos de sus libros cuando comencé a estudiar y tuvieron un impacto importante en mi carrera. A pesar de trabajar en una ciencia exacta como la Física, siempre me interesaron las áreas humanísticas, sobre todo filosofía e historia. Bunge, como físico y filósofo, nos mostró que es crucial combinar ambos aspectos para llegar a una nueva forma de ver el mundo”.
Al hacer un balance de su carrera, Torroba destacó: “Tuve la suerte de tener profesores generosos y dedicados, que me motivaron y orientaron. El Instituto Balseiro, en el que terminé mi carrera de grado, me abrió las puertas de la Física y me preparó para la investigación en la frontera de la ciencia. Acceder a una educación pública de este nivel fue crucial en mi caso, y en el de muchos otros argentinos y argentinas”.
“Me parece fundamental el enfoque del Balseiro de combinar investigación con docencia para formar las siguientes generaciones. Esto es super importante para nuestro futuro. También querría destacar y agradecer a la comunidad científica y docente del Balseiro y el Centro Atómico por su creatividad, trabajo y esfuerzo, aún en situaciones tan adversas como las que nos están tocando vivir. Pienso que es el mejor lugar en el que uno podría trabajar”, apuntó.
Por último, dejó una reflexión sobre el futuro de su especialidad: “Freeman Dyson decía que la Física de siglos anteriores se parecía a explorar los picos más altos de las montañas: la mecánica clásica con Newton, el electromagnetismo con Maxwell, la Relatividad con Einstein. Pero a partir del descubrimiento de la mecánica cuántica en el siglo XX, todo cambió, y la Física se parece más a explorar la selva con su diversidad de vida”, dijo.
“Creo que la Física del futuro va ir en esta dirección de entender la ‘selva’, con fenómenos complejos e impensados, y dinámicas emergentes que nos desconciertan. Para esto, además de los valores tradicionales de creatividad, esfuerzo e idoneidad científica, necesitamos mucho del trabajo en equipo y un pensamiento interdisciplinario que nos permita ver la naturaleza desde perspectivas distintas”, concluyó.