Un encuentro entre el secretario Académico de la UNCUYO, Julio Aguirre, docentes y autoridades de la Facultad de Educación sirvió para dar cuenta de las acciones y políticas que se proyectan a través del Observatorio de Educación. Especialmente en torno a la problemática de la brecha entre la duración teórica y la duración real de las carreras.
En la apertura de la actividad, la decana Ana Sisti explicó que la reunión dio continuidad al trabajo ya iniciado por la secretaría Académica de la Facultad, que comenzó con el análisis de los planes de estudio y las propuestas que se ofrecen en la Unidad Académica.
Aguirre, por su parte, caracterizó la duración de las carreras como un problema persistente, dado que ha estado en agenda de esta Universidad y otras, en muchas oportunidades. "La duración, entendida como una problemática de política académica, es compleja. Por un lado la multidimensionalidad del problema de la educación y por el otro, el hecho de que la perspectiva desde la cual se analiza y observa la duración está estrictamente vinculada a las estrategias que eventualmente se desplegarán para tratar de alimentarla", señaló.
Durante la exposición, el Secretario explicó datos generales y específicos sobre el promedio general de la duración teórica y la real de las formaciones de grado, pregrado y ciclos que se ofrecen en la Casa de Estudios y la Facultad en particular. Posteriormente, los docentes debatieron en torno a la información ofrecida.
Algunos debates
De la jornada, en la que estuvo presente todo el claustro docente, participó la secretaria Académica de la Facultad, Gabriela Griffouliere y el equipo de profesores que son parte del Proyecto ACE – Educación (Aprendizaje Centrado en el Estudiante).
La funcionaria explicó la tarea que se realizó de análisis de planificaciones por parte de las direcciones de carreras. "Esto llevó a la necesidad de ahondar en el trabajo ya iniciado al interior de cada carrera, primero de articulación horizontal y vertical para empezar a trabajar en el sistema de créditos", sostuvo. En ese marco, explicó lo que implica un crédito y la necesidad de ajustar las exigencias a ello, entendiendo que eso es solo una variable, no la única, que incide en la demora de egreso.
A su vez, la profesora Adriana Moreno, que participa del proyecto, se refirió a la importancia de estimar el tiempo que los estudiantes requieren desde que arrancan el cursado. Para ello deben analizarse la totalidad de actividades que se requieren para aprobar cada espacio curricular. Para la docente, esta información permitirá revisar los créditos que están especificados en los planes de estudio y acercarse al tiempo real que le lleva a los estudiantes aprobar cada uno de los espacios cursados. "Esta arista es una de las muchas que tiene la demora del egreso de los estudiantes, pero es necesario iniciar abordando alguna e ir incorporando en este proceso otras variables que también inciden en la duración de una carrera. Poner el análisis en los créditos es un indicador de estar focalizando el aprendizaje del estudiante que tenemos en la actualidad en las aulas de la Facultad", detalló Moreno..
Además, explicó que en octubre de 2022 se realizó un primer encuentro sobre el tema, pero con profesores del Profesorado Universitario de Educación Primaria. El espacio permitió, entre otras cosas, presentar un instrumento que le facilitara a los docentes registrar el tiempo que emplean los estudiantes en aprobar cada asignatura. La iniciativa se mejoró para este 2023 y explicaron cómo debe implementarse.
Finalmente se presentó una práctica posible entre varias, que resulta ser útil para registrar el tiempo que los estudiantes demoran en realizar determinadas tareas fuera del cursado, denominada bitácora. Esta herramienta es para atender a los tiempos reales que los jóvenes usan durante el cursado y eso permitió, además, una reflexión sobre las prácticas docentes.
Los docentes Silvina Negri, Fabiana Delicio y Javier Osimani, tres integrantes del Proyecto ACE – Educación, implementaron una bitácora y relataron la experiencia como cierre de la actividad. En ella los estudiantes comparten el tiempo real que les lleva realizar cada actividad y es cotejada con lo que estimó el profesor. De esta manera se puede acortar la brecha entre la mirada del docente y del estudiante. Se trata de una propuesta que en futuros encuentros se profundizará, según lo acordado al cierre de la Jornada.