Durante 1° Congreso de Sistemas Constructivos Modernos (SICONM), organizado por la Universidad Nacional de Cuyo, a través del Centro Tecnológico de la Madera (CTM), el CONICET Mendoza y empresas locales del sector de la construcción, se desarrollaron mesas de trabajo colaborativo con diferentes instituciones. Allí se planteó el desafío de resolver una problemática que enfrenta la Cooperativa de Trabajadores de la Economía Popular (TEP), una organización social de Mendoza.
En las mesas, además de los integrantes de la TEP, estuvieron representantes de la organización TECHO, del CONICET, de la empresa Friolatino y del área de Desarrollo Territorial de la UNCUYO.
El proyecto
Domo social busca resolver una problemática propuesta por la Cooperativa TEP que planteó la necesidad de generar un espacio de resguardo para mujeres en situación de violencia. Todas ellas viven en un barrio con difícil acceso a los servicios de luz y agua, por lo que se debía pensar en una estructura en seco.
Una vez seleccionada la propuesta, el arquitecto Martín Villalba y la arquitecta Josefina Perales, que trabajan en este tipo de construcción, decidieron colaborar con en este proyecto al que también se sumó el CTM, de la UNCUYO.
Desde el Centro realizaron capacitaciones sobre construcción de domos destinadas a las personas participantes del proyecto y al público en general. Prepararon y adecuaron las maderas para luego realizar el ensamble ya que el espacio cuenta con la infraestructura, las maquinarias y la seguridad necesaria para el manejo de los materiales.
El CTM y la Cooperativa TEP aportaron herramientas y elementos de protección personal para comenzar el armado de la estructura. Luego se hizo un pedido conjunto de palos residuales de bodegas. los que se recibieron en el Centro, para su tratamiento.
La Bodega Argento, del Grupo Avinea, donó material para reciclaje destinado a construir una estructura en forma de domo que no requiere el uso de agua para elaborarla.
“Creemos que este es el camino de la economía circular que necesita Mendoza, con alianzas entre diferentes organizaciones, para lograr objetivos comunes en la gestión”, opinó el ingeniero Andrés Valero.
También trabajó un integrante del Instituto de Ciencias Ambientales (ICA), el ingeniero químico Agustín Tello, quien tuvo a su cargo la tarea de asesoramiento para garantizar que los materiales fueran aptos para su uso en la construcción e hizo recomendaciones sobre el manejo seguro para la salud de los materiales. Por otra parte, el área de mantenimiento de la UNCUYO ayudó con el traslado de las maderas.
Hacer la diferencia
Luego de las instancias de capacitación se trabajó en el lote que fue gestionado por la Cooperativa TEP en un barrio del municipio de Maipú, comuna que también colaboró para nivelar el terreno y construir la platea donde luego se montará el domo.
Marisol, de la cooperativa, comentó: “Esta experiencia de construcción nos abre la mente y nos ayuda a ver las carencias existentes. Las familias que viven en ese lugar tienen muchas necesidades, y poder sumar este proyecto en sus vidas hace la diferencia”.
Hasta el momento se cortaron y se trataron los palos y se avanzó en la construcción de la plataforma donde se instalará el domo. Muchas manos, instituciones y áreas de la UNCUYO participan para que una idea presentada en el SICONM se convierta en una realidad tangible.