A pesar de que muchas personas creen estar exentas del flagelo de la drogadicción, debemos estar informados por si llegara a sucedernos a nosotros mismos o a un ser querido. Esta negación habitual por parte de la sociedad provoca un rechazo en el momento de enfrentar la situación y no colabora con su resolución.
“Viaje de Vuelta” es una institución no gubernamental que viene trabajando sobre la temática desde hace 17 años aproximadamente. Agencia Taller habló con Fabio Carmona uno de los operadores de esta ONG que, junto con otros profesionales, integran el equipo dedicado a la rehabilitación de adictos.
Principales causas
“Un individuo comienza a consumir sustancias adictivas por distintos factores. El problema comienza a instalarse cuando la persona, posee características de personalidad con cierta predisposición al consumo: familia con cierto grado de conflictividad, violencia, antecedentes de consumo, alcoholismo, etc. Vivimos en una sociedad que no incluye a los jóvenes, quienes comienzan su paso a adultos encontrándose desempleados, sin una familia que les marque límites. Inmersos en la era del aquí y el ahora, donde, al no conseguir superar los problemas y dificultades que se le presentan en la vida, optan por ‘tapar’, ocultar lo que les pasa y sustituir o evadirse del problema con sustancias o alcohol, para no enfrentar la realidad que les toca vivir. De esta manera no se dan cuenta de que están sumando un problema más, del cual no les va a ser fácil tomar conciencia de ayuda y así poder salir”, comenta Fabio dando a entender la base necesaria para poder prevenir este conflicto: la familia.
Los jóvenes
“Hoy la juventud está en búsqueda de satisfacer sus necesidades y deseos en el momento. Quieren todo ya, no se les ha enseñado a esperar, no saben trabajar duro por lo que quieren... el placer por el placer mismo, el hedonismo y el individualismo hacen que los jóvenes piensen el ahora y hagan lo imposible por conseguir lo que quieren y en esa búsqueda pierdan valores humanos trascendentales”, comenta el operador terapéutico.
Reconocimiento de la problemática
Debemos tener en cuenta que para poder rehabilitarse es necesario reconocer la situación: “tengo un problema” no sólo por parte del adicto sino también por parte de su entorno afectivo.
Cómo ‘darse cuenta’: conductas del adicto
Muchas personas se preguntan, sobre todo los padres ¿cómo sé si mi hijo se droga? Al respecto Fabio nos contesta: “Una de las conductas más comunes es la autoagresión, dado que él es quien comienza a dañar su cuerpo con lesiones y con el consumo mismo. La mentira, la manipulación y el autoengaño acompañan su comportamiento”.
Cómo proceder
Debemos entender que para ayudar debemos ser parte de lo que le sucede a la persona que queremos ayudar. Por ello, Fabio explicó: “Lo primero es no dejarlo solo, no excluirlo. Lo importante es escucharlo, pero a la vez, nunca dejar de ponerle límites acompañados por la contención”.
El después
Luego de una debida rehabilitación (a través de la cual se intentan incorporar valores, amor propio, amistades sanas, una familia “presente” en todo momento, etc.) la persona deberá asistirse siempre, pero la contención familiar será la base de sus éxitos o fracasos en el futuro. Una buena planificación de sus tiempos libres o actividades, también dará seguridad.
El adicto puede rehabilitarse - muchos lo han hecho- y reinsertarse en la sociedad como un ser sano para poder desempeñarse en lo que desee. Para eso existen instituciones como Viaje de Vuelta. Para mayor información el teléfono de esta organización es: 4238172.
Valeria Rodríguez
Departamento de cultura
