Junto con la Universidad, auspician el proyecto la Sociedad Argentina de Evaluadores de Salud (SAES), la Embajada de Nueva Zelanda y el Programa de Prevención de Accidentes del Ministerio de Salud de Mendoza.
El acto de puesta en marcha del proyecto se realizará el próximo jueves 4 de junio, a las 11, en el cilindro Sur del Centro de Información y Comunicación de la UNCuyo (CICUNC).
El curso comprende dos instancias: a) un diagnóstico de situación que se realizará a través de una encuesta “on line”, que permite la carga automática de datos. Los alumnos deberán bajarla de la página web de cada Facultad y completarla; b) sobre esa base, se establecerá la incidencia del problema, los factores de riesgo y las conductas habituales de cada grupo de estudiantes, con el propósito de generar acciones que puedan modificarlas.
Las actividades propuestas serán evaluadas de modo continuo, para realizar ajustes que optimicen sus resultados, de modo de seguir a la cohorte de alumnos y medir la reducción de los siniestros viales ocurridos en la población objeto. Además, se evaluará la eficacia de las técnicas preventivas empleadas.
Se prevé difundir los resultados a través de los medios de comunicación que posee la UNCuyo y se diseñará una página web para consulta y difusión de material gráfico, estadísticas y toda clase de información que permita promover cambios de conducta.
Por otra parte, se espera poder extender este programa de capacitación al resto de las Universidades de Mendoza y de toda la comunidad de jóvenes mendocinos a través de las unidades de extensión comunitaria de las distintas Facultades.
Fundamentación
Los accidentes de tránsito constituyen la primera causa de muerte entre 5 y 40 años en Mendoza, al igual que en el país y el mundo. A nivel mundial, el número anual de víctimas originadas por dicho motivo supera un millón de muertos. En 2005 se ha duplicado la cifra de muertes que se habían registrado en 1990.
En nuestro país, la cantidad de muertes provocadas por accidentes de tránsito supera en un 300% a los ocurridos en la mayoría de los países europeos y EEUU, donde hay educación vial obligatoria en las escuelas, elevadas penas para los infractores y rigurosos exámenes al momento de gestionar las licencias de conductor.
Los jóvenes entre 20 y 25 años constituyen el grupo más vulnerable en estos accidentes, con las consecuencias sociales y económicas derivadas de ello. Por eso, es imprescindible encarar una decidida tarea preventiva.