Pese a que la demanda comenzó a enfriarse desde octubre de 2008, ajustes de tarifas tardíos y la esperada escasez de alimentos por la sequía, presionarán sobre los precios.
Como un virus difícil de controlar, la inflación está lejos de dejar de ser un problema. Aun con menor crecimiento.
La desaceleración del consumo interno (menor demanda) como consecuencia de la crisis financiera internacional no será suficiente para enfriar las altas tasas de inflación real (en torno al 25% anual) que venía soportando la Argentina, según mediciones privadas.
El ajuste tardío de tarifas (colectivos, agua y electricidad), sumado a incrementos escalonados en servicios fundamentales como salud y educación y, para complicar aún más el panorama, el efecto devastador de la sequía sobre las principales zonas productoras de alimentos (carnes, leche y cereales) del país harán que se activen nuevas presiones alcistas en los precios, por lo que para 2009 se espera un escenario con más inflación y menos crecimiento, según economistas consultados.
Ningún político ni economista pudo imaginar que a la inflación creciente que se venía arrastrando y al "enfriamiento" actual de la economía se sumaría el efecto de las sequías y el granizo. Estas contingencias climáticas contribuirán a aumentar aún más los precios de la Canasta Básica (aquella que contiene los alimentos necesarios e incluye algunos servicios como el transporte, la salud y la educación) para este año.
Y esto no es todo: junto a la caída de la productividad se espera un invierno con escasez en algunos productos como la harina y el aceite, por el tipo de cultivo afectado en el centro-este del país. A este panorama se suman las carnes y los lácteos, productos derivados de una ganadería en plena caída y, ahora, castigada por las sequías.
El paquete de aumentos se completa con los últimos anuncios de enero de "actualización de precios" en el transporte público, la tarifa eléctrica y el agua, sumado a subas en algunos impuestos provinciales y tasas municipales; ajustes en las cuotas de la educación privada y la medicina prepaga.
Todo esto junto, vaticina un escenario de ajustes escalonados en los precios, que tendrán como destinatario final al consumidor.
Alimentos
Con el "recalentamiento" de la economía en la espalda de los consumidores, los rubros que más aumentaron durante 2008 fueron, justamente las carnes y los lácteos, entre los productos alimenticios, y se espera que esta tendencia se mantenga por la falta de oferta durante 2009.
Estos productos están sufriendo el impacto cruzado de los incrementos de precios ocurridos en los alimentos a nivel internacional y, además, las millonarias pérdidas en la producción ganadera nacional por la sequía, en la que se faenan más animales y no se reponen los necesarios como para sostener la cadena productiva (stocks ganaderos).
Según las previsiones económicas para este año, la inflación caerá alrededor de 10 puntos, pero el efecto de la sequía será determinante en el aumento de precio de algunos productos básicos que tienen un fuerte impacto en la canasta básica de cualquier familia.
"La sequía se agrava y esto va a afectar a los precios pero no se puede estimar aún cuánto... La poca oferta generará escasez y aumentos", indicó Alejandro Trapé, economista e investigador de la UNCuyo.
La inflación de 2008 escaló a 25,8% en los valores de la Canasta Alimentaria y 24% en la Canasta Básica parcial (según el índice de precios de supermercados de Mendoza, relevado por los investigadores de la Facultad de Economía de la UNCuyo) y se prevé para este año un índice inflacionario muy lejos de los datos del Indec, de entre 10% y 15%.
Esto teniendo en cuenta que la economía nacional ya no crecerá a tasas del 8% anual sino que los pronósticos indican subas de no más del 4%, aunque con algunos pronósticos que hablan incluso de recesión.
El año pasado el incremento en los lácteos (27%), los productos de limpieza (22%), las carnes (18%) y el transporte (15%) significaron más del 80% del crecimiento de precios de la Canasta Básica.
Servicios
El actual ajuste de algunas tarifas ocurridas o anunciadas los últimos días, como las del transporte (el boleto de colectivo a $ 1,40 y la bajada de bandera de los taxis a $ 2,90) más las de algunos servicios como electricidad y agua, entre otros, generará lo que Trapé denomina "sinceramiento" de una inflación reprimida.
Según explica el economista, las tarifas estaban relativamente bajas porque el Estado provincial y nacional contenía con subsidios de "miles de millones" a dichos valores. Pero debido a los problemas fiscales que deberá enfrentar el Gobierno este año, bajaron los subsidios pero autorizaron a las empresas a aplicar dichos aumentos.
"El Estado no ha liberado los precios pero dejaron que aumenten en el peor momento por el congelamiento de los salarios y, además, porque los productos y servicios son de primerísima necesidad", señaló Trapé.
Salud y educación
Luego de los forcejeos en el último mes del año pasado, se prevé la suba escalonada de la medicina privada en 10% repartida entre marzo y abril. En 2008, las prepagas aumentaron un 40% sus cuotas a los 2,3 millones de usuarios que tienen a nivel nacional.
Las principales compañías del sector: Swiss Medical, Galeno, Medicus, Qualitas y Omint alegaron que los aumentos salariales en clínicas y hospitales privados más las nuevas prestaciones previstas en el Programa Médico Obligatorio (PMO), hicieron que los costos se elevaran considerablemente.
Además, en la educación privada también se estima que aumentarán las cuotas por los ajustes salariales que esperan los maestros en marzo. Los colegios aumentarán sus cuotas entre 10% y 22% antes del inicio de clases.
"Esto afectará al bolsillo de los asalariados, ya que en este contexto de aumento de desempleo es difícil, a su vez, negociar y pedir aumentos. Ya hay una notable pérdida de poder de compra del salario", explicó Trapé. Según el especialista, los acuerdos sociales entre sindicados, empleados y empleadores, serán difíciles de conseguir porque la conflictividad social se profundizará por la puja distributiva.
Camino a la "estanflación"
El 2009 se prevé que será muy parecido al último trimestre de 2008, con un claro enfriamiento de la economía y caída de la inflación. Desde la misma perspectiva, el economista y consultor Rodrigo González estima que este año "será muy complicado" porque la expectativa de mercado ha bajado y las inversiones cayeron al mismo compás.
González dijo que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) estima un crecimiento del PBI para este año de 1,8%, en tanto para 2008, lo previsto fue de 7%.
El consumo -según esta fuente- cayó 2% y la inversión también descendió 3 puntos porcentuales. Para 2008 el BCRA previó un índice de inversión del 12%.
De igual modo, el analista consultado sostiene que los fondos destinados a la inversión no serán para ampliar la productividad sino para mantener lo ya existente. El FMI estimó para la región un crecimiento de 1,1% pero la variable que diferencia a los países entre sí, es la inflación. La Argentina posee el índice inflacionario más alto de América latina con una caída de la demanda del consumidor (IPC) para este año-según el BCRA- de 8,4%.
El país podría pasar por un proceso, muy temido por los analistas económicos, al que denominan "estanflación", que es estancamiento o crecimiento nulo con inflación sostenida.
Un panorama que economistas consultados imaginan como muy posible.
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22 de noviembre de 2024