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El 64% de los jóvenes empieza la universidad o un terciario

27 de noviembre de 2008, 17:51.

Argentina encabeza el ranking de América latina en el rubro. En 1999, eran un 49% los que seguían carreras. Parte del aumento se debe a los nuevos terciarios técnicos. La contracara es que apenas el 20% de los universitarios se recibe.

La Argentina es el país de América Latina con mayor porcentaje de jóvenes que siguen estudios terciarios y universitarios.

Así lo establece el informe Seguimiento de la Educación para todos 2009 difundido ayer en la apertura de la 48 Conferencia Internacional de la Educación. El encuentro, que se hace bajo el título Educación inclusiva: el camino hacia el futuro, es organizado por la Oficina Internacional de la Educación de Unesco, que sesionará hasta el viernes en Ginebra.

Las estadísticas provistas por cada uno de los países participantes y monitoreadas por UNESCO revelan que, de los jóvenes argentinos en edad de seguir estudios terciarios o universitarios, el 64% lo está intentando actualmente. Según la última medición de UNESCO, en 1999 la cifra era del 49%. Es decir que el porcentaje de estudiantes aumentó un 15 por ciento? ¿Cómo se da la proporción entre hombres y mujeres?
 
El 76 por ciento de las jóvenes argentinas en edad para seguir ese nivel del sistema educativo cursa, contra el 52 por ciento de los hombres.

El índice resulta relevante porque poco más que duplica la media ponderada de América Latina, que asciende al 31 por ciento. Y también porque, en este aspecto, Argentina lidera un grupo de países como Brasil, donde este porcentaje se reduce al 25% con un crecimiento del 11% desde 1999; Chile con el 47% (aumentó un 9%), México que registra un 26% (partió del 18% hace siete años), y Uruguay con el 46% (subió un 12%).

Entre otras razones aseguran que el crecimiento de estos años se debe a la fuerte expansión de los terciarios técnicos que aumentaron un 12 por ciento su matrícula en los últimos 4 años, a la creciente masificación de la secundaria en los distintos sectores sociales y a cierta tradición de las clases medias argentinas. Los índices del resto de los países se explican porque tienen exámenes de ingreso para la universidad, salvo México que tiene ingreso libre.

Estos datos revelan una nueva demanda de educación superior. Y están en relación con la expansión de la secundaria que, ni siquiera la última dictadura, pudo frenar. En esos años se cerró prácticamente la educación de adultos y se restringió al máximo el ingreso a las universidades, con cupo y examen de ingreso. Pero la matrícula de la secundaria creció y crece independientemente de ella voluntad de los gobiernos, comentó a Clarín, el senador y ex ministro de Educación, Daniel Filmus.

 Aunque estos indicadores son positivos y, según los expertos en esta Conferencia, señalan una tendencia que va en aumento en Argentina, también resulta necesario ubicar esta información en cierto contexto. Si bien el 64 por ciento de la población argentina en edad de seguir estudios terciarios y universitarios está haciéndolo, muchos se quedaron antes en el camino de la secundaria. Y muchos otros más abandonarán sus estudios de educación superior, terciarios y universitarios. ¿Por qué? En la Argentina deja la secundaria entre el 40 y el 50 por ciento de los chicos. Y esta tendencia llega a cifras alarmantes en la universidad: egresa el 20% de los ingresantes. La mitad abandona en el primer año de sus carreras.

Argentina otorga prioridad a las políticas destinadas a los jóvenes y adultos que no completaron su escolaridad obligatoria, dijo en un mensaje el ministro de Educación de Argentina, Juan Carlos Tedesco, quien posiblemente no pueda viajar a esta Conferencia. El desafío no es sólo que los chicos y jóvenes ingresen al sistema. Sino que permanezcan y, en su recorrido, alcancen aprendizajes de calidad. En este punto, Argentina, saca baja nota.

Cifras

76% De las mujeres en edad ir a la universidad o al terciario cursan en este nivel de enseñanza en el país.

52% De los hombres en edad de ir a la universidad o a un terciario cursan en este nivel de enseñanza en el país.

25% De los jóvenes estudian una carrera universitaria o terciaria en Brasil, donde hay examen de ingreso.

47% De los jóvenes estudian en una universidad o un terciario en Chile, país con mayor tasa luego de la Argentina.

Diferencias por la escolarización secundaria

Para el Ministerio de Educación nacional una nube empañó los buenos datos que sobre la Argentina difundió el informe de la UNESCO. Al referirse a la educación secundaria el trabajo sostiene que entre 1999 y 2005 la tasa bruta de escolarización descendió de 94 a 84. De acuerdo a los datos del DINIECE el área de estadísticas del ministerio y fuente de UNESCO en ese período tanto la matrícula como las tasas brutas de escolarización en secundaria no sólo no descienden sino que se incrementan. Según Educación, la tasa bruta de escolarización común entre 1999 y 2005 pasó de 83 a 84 y si a esta se le suma educación secundaria de adultos, los números van de 92.5 a 95.6. El error, dicen en el ministerio, obedece a que desde 2003 la UNESCO no incluyó los datos de educación de adultos que sí había sumado hasta 2002. Para subsanarlo, el ministro Juan Carlos Tedesco enviará una carta descargo a la regional de la UNESCO en Chile.

Falta articular
Sergio Danishewsky - sdanishewsky@clarin.com

El informe arroja ratificaciones, incertidumbres y desafíos. Que sean cada vez más los jóvenes que inician una carrera terciaria o universitaria se inscribe en la sólida tradición cultural y educativa de una sociedad que, pese a todo, sigue liderando la región. La educación como decisión inercial y el ascenso social como meta. Algunas medidas el fomento de la educación terciaria y la creciente diversificación de carreras también aportaron lo suyo?

Pero preocupa lo otro: la dificultad de concluir un camino al que la necesidad de trabajar suele quitarle transeúntes. Allí reside el desafío: en articular políticas que atiendan, a la vez, la vocación por estudiar, la demanda del mercado y las desigualdades sociales.

Otros logros, otras deudas

Argentina lució en esta Conferencia, que se realiza cada cuatro años, otros logros y otras deudas en sus indicadores educativos.

Entre 1999 y 2006 logró revertir una tendencia: en sólo tres años, desde el 2003, la matrícula de las salas de 3, 4 y 5 años se amplió: ascendió el 3% en la sala de tres años, en la de 4, un 6%, y en un 3.2% la de 5 años que alcanza al 95%. Este crecimiento es positivo: En Argentina se observó que la asistencia de los chicos de 3 a 5 años a centros de educación escolar influye en los resultados en Lengua y Matemática en el tercer grado de primaria. Este efecto fue dos veces mayor en el caso de los alumnos procedentes de medios sociales más desfavorecidos, establece el Informe mundial 2009 de Unesco. Además, se mantiene la tasa de escolarización en la primaria, que es casi universal; y el pasaje de alumnos a la secundaria es casi del 100 por ciento. Pero su permanencia dura poco. En el segundo ciclo, alrededor de tercer año, la cantidad de alumnos que permanece es casi la mitad.

Dura crítica a los gobiernos más poderosos

Les habló al G-8 y también al G-20. En la apertura de la Conferencia Internacional de Educación en Ginebra, el director general de UNESCO, Koichiro Matsuura, no debió levantar el tono de su voz para enviar un duro mensaje a los dos grupos de las naciones más poderosas.

Los gobiernos del mundo fracasaron en la lucha contra las hondas desigualdades en el ámbito de la educación que condena a millones de niños a vivir en la pobreza en el futuro, dijo.

Y agregó: Cuando los sistemas financieros están en crisis, sus repercusiones son sumamente notorias y los gobiernos actúan. En cambio cuando los sistemas educativos están en crisis, sus repercusiones son menos visibles, pero no por ello menos reales. Por eso, los gobiernos deben actuar con la mayor urgencia: entre los países pobres y los ricos existe un profundo abismo. La desigualdad de oportunidades en la educación acrecienta la pobreza, el hambre y la mortalidad infantil.


PRIMER ESTUDIANTE SIN TITULO ADMITIDO POR LA UNIVERSIDAD DE LA PLATA
No terminó el secundario y va a estudiar Filosofía

La posibilidad existe desde 2001, pero nadie había aprobado todos los requisitos.

Cargado de expectativas y con una importante cuota de ansiedad, Laureano Coronel, completó la planilla que lo transforma en el primer estudiante que ingresa a la universidad sin haber completado el secundario.Nunca es tarde para abrirse al conocimiento. Con esta premisa, Laureano, de 34 años, quien se dedica a restaurar marcos de cuadros y pintar al óleo decidió inscribirse en Filosofía, en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Es la primera vez que un mayor de 25 años sin título de enseñanza media consigue el Certificado de Aspirante Autorizado para entrar a esa universidad. El mecanismo está previsto en la Ordenanza 225, aprobada por el Consejo Superior de la UNLP en 2001 y en línea con el artículo 7 de la Ley de Educación Superior (ver Posible,....).

Nacido en Saladillo, a 180 kilómetros de La Plata, Coronel abandonó la secundaria en segundo año. Tuve una mala relación con el estudio en esa época. Quería hacer otra cosa: tener un trabajo, salir con amigos. No entendía la importancia de completar ese nivel, explicó a Clarín, mientras terminaba los formularios en la facultad de Humanidades, en pleno centro de la capital provincial.

Desde que dejó las aulas, trabajó como pintor, desarrolló varios oficios y en los últimos años se interesó en la restauración de marcos para pinturas. En el atelier conoció a un joven estudiante de Filosofía. Me enseñó a leer autores clásicos. Eso me ayudó a atravesar momentos difíciles de mi vida, recordó el muchacho, en pareja y sin hijos? Así revisó la obra de León Tolstoi, Fedor Dostoievski, Milán Kundera. Me ayudaron a entender muchas cosas de la vida. Y sentí ganas de ir por más, reconoció.

El año pasado leyó por Internet que la universidad pública habilitaba un camino para quienes no tienen título secundario. A mediados de 2007 se inscribió en el programa pero no logró aprobar todas las materias. Este año decidió reincidir: Tuve cuatro meses de preparación con profesores de Saladillo y esta vez no fallé. Conseguí notas superiores a 8 puntos en Sociales, Lengua y en Geografía, contó con orgullo.

Aunque la disposición de la UNLP rige desde 2001, en la secretaría de Asuntos Académicos explicaron que hasta ahora ningún interesado había logrado superar los requisitos y la aprobación de exámenes de Lengua y Literatura, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Ahora tengo que resolver mi traslado a La Plata para asistir al curso de febrero y a las clases que comenzarán después de marzo. Tengo mucha ilusión. Es un objetivo que quiero cumplir: tener un título universitario y dictar Filosofía en escuelas públicas de mi pueblo, dijo Coronel. Según dijeron en la UNLP, la aprobación del sistema de evaluación no representa la obtención de un título secundario. Sólo habilita al ingresante a tener la posibilidad de inscribirse en una carrera de grado. La UNLP es una universidad de puertas abiertas y ofrece chances a quienes tengan interés por perfeccionarse y superarse, explicó el presidente de la UNLP, Gustavo Azpiazu.

Posible, pero muy exigente

Desde mediados de 2001, cuando entró en vigencia la ordenanza 225 de la UNLP que habilita a mayores de 25 años sin título secundario a ingresar a una carrera de grado, se inscriben entre 15 y 20 aspirantes por año. Sin embargo, la mayoría no llega a la instancia examinadora. La Ley de Educación Superior prevé los requisitos para el ingreso a las universidades. Uno de ellos es el título secundario. Aunque excepcionalmente, los mayores de 25 años que no reúnan esa condición, podrán ingresar siempre que demuestren que tienen preparación y/o experiencia laboral acorde con los estudios que se proponen iniciar, así como aptitudes y conocimientos para cursarlos.

Recibió el diploma a los 90

A sus 90 años, don Humberto Domínguez demostró ayer tener un corazón a prueba de emociones: soportó la ovación que duró los 28 baldosones que caminó hasta la primera fila del salón del Colegio Padre Gabriel Tommasini, en compañía de su hija Josefina. Allí su profesor de matemática le entregó el ansiado diploma de bachiller que logró en abril de este año al aprobar, justamente, Matemática. Fue con un 10 y la debía desde 1992.
Fabián Debesa Fuente: LA PLATA. CORRESPONSALIA

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