Los defensores de la globalización o también llamados “integrados” en su discurso apologista de la cultura de masas se aferran a que la libertad de elección, la democracia, y la justicia internacional primarán en el mundo cuando éste se encuentre entrelazado por un sistema universal.
En realidad, esta perorata tiene muy poco de verdadero ya que somos testigos de los avasallamientos culturales, de las guerras injustas y de la estupidización que sistemáticamente ataca a las masas. Pero hay un “pequeño tendón de Aquiles” que hace por lo menos fortalecer a los “integrados”. Se trata de la circulación de ciertas obras de arte que si no fuera por los beneficios del sistema y los intereses económicos que impulsan su movimiento estarían varadas en su lugar de gestación.
El pasado miércoles 4 de mayo, Mendoza recibió la visita del ballet Ruso “Beriozka” que trajo un colorido y prolijo espectáculo de danzas populares rusas. Este ballet esta compuesto por 48 bailarines surgidos de la escuela del legendario Bolshoi de Moscú (teatro moscovita construido en 1824, destinado específicamente a la representación de operas y ballet). El elenco dirigido por Mira Kóltsova quien es la encargada de las perfectas e impactantes coreografías, fue fundado por la ya desaparecida Nadiezhna Nadezdina, quien con su originalidad sin precedentes abrió una nueva página en la historia del ballet ruso.
“Beriozka” venía desde Buenos Aires, y atraviesa así, la parte final de su gira por Sudamérica. Prácticamente han dado la vuelta al mundo, su directora dijo a los medios :“tenemos muchas distinciones nacionales e internacionales y el año pasado hemos ido por Ucrania, Kazajstán, Israel, Italia, China y Turquía”. En la conferencia de prensa que dio Kólsova destacó que ni bien este ballet -desde su comienzo- realiza giras internacionales, a partir de la apertura de la Unión Soviética reciben más invitaciones y han multiplicado sus viajes al extranjero.
Sí, la globalización -por responsabilizar a “algo”- nos ha dejado en la miseria, ha empobrecido a nuestros ciudadanos, ha logrado que nuestros jóvenes prefieran gaseosa al jugo de pomelo, hamburguesas en lugar de choripanes, pero…..
¡Qué bien que bailan esos rusos!
Emilio Alfano
Departamento de Cultura
