Con la motivación de hacer experimentos en centros de avanzada, 10 jóvenes provenientes de distintas provincias del país participaron, durante un mes, del programa Becas de Verano del Instituto Balseiro (IB) y en el Centro Atómico Bariloche (CAB).
Una iniciativa que permite definir vocaciones y orientar acerca de las carreras en ciencia y tecnología, desde hace más de 20 años. La organización está a cargo de la secretaría de Vinculación e Innovación del IB, que depende de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que financia las becas que también apoyó este año la Fundación YPF.
Edición 2024
En esta oportunidad hubo más de 300 postulantes, tanto de Argentina como del resto de América latina. Diez de esas chicas y chicos recibieron las becas que contemplan los gastos de alojamiento, un per diem y el transporte terrestre dentro de Argentina. Selección que define un proceso que tiene en cuenta los antecedentes académicos y méritos en general de los aspirantes, según informaron desde la comisión organizadora del Programa.
Durante su estadía, el grupo participó en el desarrollo de proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en los laboratorios del CAB, de la CNEA. Esta vinculación, que estimula el IB, despierta un gran interés entre estudiantes y profesionales que acaban de graduarse de las carreras de física, ingeniería y afines.
Federico Mezio, ingeniero nuclear integrante de la comisión organizadora del programa Becas de Verano del Instituto, explicó que “las Becas de Verano son importantes porque se pueden hacer experiencias que no se tiene oportunidad de realizar en los lugares de origen o debido a que no tienen el equipamiento o porque son temas de investigación que se hacen en muy pocos lugares del mundo”.
Proyectos, grupos, laboratorios
Las investigaciones que realizaron en los laboratorios del CAB pertenecen a distintos campos de I+D+i y colaboraron en los siguientes temas:
- La calibración del Acelerador de Iones Tándem 1.7 MV.
- La captura de dióxido de carbono empleando matrices carbonosas mesoporosas impregnadas con polietilenimina (PEI).
- La síntesis y la caracterización de heteroestructuras de pocas capas de antimonio y grafeno.
- La puesta a punto de la aplicación de nanopartículas magnéticas de óxido de hierro para tratamientos basados en “hipertermia magnética en cultivo 3D de células tumorales.
Las prácticas en laboratorio también incluyeron realizar aportes en otros temas:
- La calibración del “detector BUSARD por fluorescencia de rayos X
- La síntesis y la caracterización de nanocompuestos de nanohilos de plata para aplicaciones neuromórficas.;
- El estudio de propiedades magnéticas de muestras naturales de siderita FeCO3.
- La estimación del tiempo transcurrido desde una sobreexposición accidental a radiación ionizante por medio de dosímetros termoluminiscentes.
- La comunicación digital y óptica QPSK.
- El diseño y caracterización de circuitos integrados.
De las experiencias
Cada año, las personas que participan de la iniciativa expresan su agradecimiento al Instituto Balseiro por la oportunidad que se les ofrece de conocer técnicas experimentales y equipamientos que complementan lo que ven en sus carreras de origen.
Micaela Pomarico, de Villa Cañás, Santa Fe, tiene 24 años y estudia la Licenciatura en Física en la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, en Tandil. Fue una de las estudiantes seleccionadas, y sobre su motivación para postularse a la beca dijo: “Estoy cerca de terminar y no sabía muy bien qué camino seguir y sé que acá en Bariloche tienen mucha diversidad de temas y quería conocerlos”.
Comentó al respecto que en principio le gustaron varias de las propuestas, sin embargo decidió trabajar en el laboratorio de bajas temperaturas. “Era en lo que más conocimiento tenía y sentía que podía aportar algo a lo que estamos haciendo”, aseguró la becaria.
“Mi experiencia fue muy enriquecedora. Aprendí sobre un área que no es la mía, no fue en la que me formé, que es la biología”, aclaró Luna Curello, de la Rioja, tiene 25 años y es recién recibida de licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de esa provincia.
Curello puso en valor la calidad humana del plantel de investigadores, docentes y demás profesionales. “Están siempre dispuestos a ayudarte, a enseñarte, a mostrarte en qué están trabajando y a seguir en el camino de la investigación”. Y habló de lo mucho que aprendió sobre el manejo de los equipamientos que utilizaron durante la estadía.
Lautaro Ubiedo, otro de los becarios, que estudia la carrera de Ingeniería Electrónica en la UTN en Paraná contó que se enteró de la convocatoria siguiendo la cuenta del IB en redes sociales. “Me interesó y por eso me inscribí en este laboratorio, que es el laboratorio de microelectrónica y detectores que, me llamó la atención”.
Ubiedo, que tiene 24 años y es oriundo de Oro Verde, Entre Ríos, declaró que le gusta trabajar en microelectrónica, en ingeniería en telecomunicaciones y que le gustaría en el futuro regresar al IB y al CAB para seguir formándose o trabajar en algún proyecto puntual.
La procedencia
El grupo estuvo integrado por representantes de nueve provincias, de las localidades de Arias, de Córdoba; La Plata y Tandil, de Buenos Aires; Oro Verde, de Entre Ríos; La Rioja Capital; Ciudad de Mendoza; San Fernando del Valle de Catamarca; San Juan Capital; Ciudad de Córdoba; y La Banda, de Santiago del Estero.
Estudiantes, egresados y egresadas provienen de la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de La Rioja, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional de San Juan, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de Santiago del Estero y de la Universidad Tecnológica Nacional (Facultad Regional Paraná).
Sobre el Programa
Parte de las actividades del programa Becas de Verano del IB consiste en realizar visitas técnicas a diversas instalaciones ubicadas en Bariloche. Este año, el grupo tuvo la oportunidad de visitar el simulador y el área de robótica del proyecto CAREM25, la empresa INVAP, el reactor nuclear de investigación RA-6 y la Fundación INTECNUS.
Esta edición finalizó con la presentación de pósters en el salón de actos del Instituto Balseiro, donde cada participante pudo mostrar los resultados de sus investigaciones a pares, a otros docentes del instituto y a investigadores de la CNEA y el CONICET.
Hubo un almuerzo de cierre entre participantes y equipos del Balseiro, en el quincho del CAB ubicado en “Playa Bonita”, a orillas del lago Nahuel Huapi. Allí, representantes de la comisión Becas de Verano agradecieron especialmente a las autoridades del IB y a investigadores del CAB que fueron un eslabón fundamental para que se puedan realizar estas actividades. Y también a la Fundación YPF, que desde hace varios años mantiene su apoyo para que más postulantes puedan acceder a una beca.
El Instituto Balseiro destacó el éxito de la convocatoria de Becas de Verano 2024. Y desde la comisión organizadora informaron que se está trabajando para conseguir más apoyos de fundaciones y empresas con el objetivo de aumentar, a futuro, el número de participantes.
Sobre la edición 2025, Federico Mezio, de la comisión organizadora, explicó que la convocatoria se hace cada mes de septiembre, la inscripción se abre en octubre y durante noviembre se realiza la selección. “Así en diciembre de cada año ya se sabe quiénes van a venir a la próxima edición”, dijo. E invitó a ingresar a www.ib.edu.ar y buscar Becas de Verano para acceder a más información.