El Instituto Balseiro dio a conocer el resultado del Concurso Nacional de Anteproyectos para la Ampliación de su sede en Bariloche, que dotará con una innovadora construcción a ese centro científico que depende académicamente de la Universidad Nacional de Cuyo y administrativamente de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Como resultado del concurso organizado por la UNCuyo, que consistió en proyectar dos edificios, uno destinado a Biblioteca y el otro a Laboratorios, se entregaron tres premios, por un monto total de $ 57.200, y dos menciones.

El proyecto presentado bajo el seudónimo “Malena” por el arquitecto Pablo Vidal Hahn obtuvo el Primer Premio. Colaboraron con él los profesionales Eduardo Vidal Hahn, A. Ciancio, L. Perrupato, J. Santarciero y M. N. Kenigsman.

La propuesta debía considerar las características particulares del Balseiro. Allí, se forman investigadores en diversas áreas de Física e Ingeniería en un ambiente especial, ya que sus docentes también son investigadores y brindan educación personalizada. Asimismo, todos los alumnos -desde Grado a Posgrado- cuentan con becas completas, lo que les permite dedicarse en forma exclusiva al estudio. Por otro lado, el entorno natural del bosque andino patagónico del Centro Atómico Bariloche exige características puntuales en el diseño de los edificios. Por ello, el concurso reclamó innovación, adaptación a las características socio culturales del Instituto, así como a sus aspectos funcionales y ambientales.

Todos los ganadores de los premios y las menciones provienen de la Ciudad de Buenos Aires.

El Instituto Balseiro cuenta actualmente con unos 100 alumnos de Grado y 150 de Posgrado en diversas maestrías en Física, Ingeniería y Física Médica y en doctorados en Física e Ingeniería Nuclear. Junto con el Centro Atómico Bariloche constituyen sectores interdependientes de la Comisión Nacional de Energía Atómica con la misión de realizar investigación y desarrollo en las áreas de interés institucional y la correspondiente formación de recursos humanos de excelencia. Ello implica procurar la concreción de aportes sustantivos al crecimiento tecnológico nacional, materializando desarrollos e ingenierías propias en las áreas nuclear y no-nuclear, y la promoción continuada de actividades científicas, tecnológicas y académicas de alto nivel.