MIAMI.- Si usted cree que el enamoramiento económico de Estados Unidos con Asia de los últimos años es un fenómeno pasajero, y que tarde o temprano Estados Unidos forjará vínculos más estrechos con sus vecinos latinoamericanos, un nuevo estudio dado a conocer recientemente lo hará dudar.
Puertas abiertas, el estudio del Instituto Internacional de Educación, revela que el número de estudiantes indios, chinos, surcoreanos y japoneses en las universidades estadounidenses supera en mucho el número de estudiantes latinoamericanos y del Caribe.
Si se tiene en cuenta que muchos estudiantes extranjeros que realizan cursos de posgrado en universidades estadounidenses luego se convierten en líderes empresariales, académicos o políticos de sus propios países, esto podría significar que en el futuro habrá más dirigentes asiáticos que latinoamericanos con vínculos estrechos con Estados Unidos, según dicen los funcionarios del IIE.
Casi la mitad de los 620.000 estudiantes extranjeros que se encuentran hoy en las universidades estadounidenses provienen de cinco países: la India (84.000), China (68.000), Corea del Sur (62.000), Japón (35.000) y Canadá (28.000). En comparación, hay 15.000 estudiantes de México, 8000 de Brasil, 7000 de Colombia, 6000 de Venezuela, 3800 de Perú, 3700 de la Argentina y 1600 de Chile.
Es cierto que la mayoría de los países asiáticos tienen poblaciones mucho mayores que las de los países latinoamericanos y eso se refleja en las cifras. Pero, dejando de lado que México o incluso Brasil están mucho más cerca geográfica y culturalmente de Estados Unidos, el estudio revela que el número de estudiantes asiáticos está creciendo más rápidamente que el de los latinoamericanos.
El año pasado, el número de estudiantes chinos en Estados Unidos creció un 20%; el de los estudiantes de la India, un 13%, y el de los estudiantes de Corea del Sur, un 11%. En comparación, el número de estudiantes mexicanos creció un 7%; el de los brasileños, un 6%, y el de colombianos se redujo un 1%.
Curiosamente, el número de estudiantes de Vietnam creció en un asombroso 45% el año pasado, hasta 9000. Esto significa que Vietnam, un país de gobierno comunista con menos de la mitad de la población de Brasil, tiene más estudiantes en Estados Unidos que Brasil.
"El número de estudiantes asiáticos está aumentando cada vez más, me dijo Allan Goodman, presidente del IIE. "La calidad de la educación es muy importante en los países asiáticos y asocian la educación en Estados Unidos con alta calidad."
Según el ranking de las 500 mejores universidades del mundo de la Universidad de Shanghai, China, 15 de las 17 mejores universidades del mundo están en Estados Unidos. Las familias asiáticas están empeñadas en conseguir la mejor educación para sus hijos y hacen todo tipo de sacrificios para enviar a sus hijos a estudiar a Estados Unidos.
Allan Edelman, director de la oficina latinoamericana del IIE, me dijo que existen factores adicionales que explican esta tendencia.
Los estudiantes asiáticos tienden a dominar más el inglés, lo que prepara mejor a los estudiantes chinos.
Además, los estudiantes asiáticos tienden a encontrar maneras de conseguir ayuda financiera de las universidades estadounidenses: casi todos cursan maestrías o doctorados en ciencias o tecnología, que casi siempre están financiados por las universidades bajo la forma de profesorados adjuntos o asistencias de investigación. En comparación, la mayoría de los estudiantes latinoamericanos cursan estudios de administración de empresas, que no suelen tener este tipo de becas.
Mi opinión: lo más preocupante para América latina no es que envíe menos estudiantes a Estados Unidos que Asia, sino que muchos países de la región están enviando menos estudiantes al exterior, sea donde sea. Mientras China tiene casi un 2% de sus estudiantes universitarios cursando estudios en el exterior, México, Colombia y Chile tienen tan sólo un 1%; Brasil, un 0,5%, y la Argentina, un 0,4%, dice el estudio.
Esto último es una receta para el aislamiento económico y para quedar aún más atrás en la economía global del siglo XXI.
Los países asiáticos se han beneficiado enormemente con sus graduados de las universidades estadounidenses, australianas y europeas, muchos de los cuales han regresado a sus países con más conocimientos, ideas y mejores contactos internacionales, que han ayudado a crecer a sus economías y a reducir de forma impresionante la pobreza. Muchos países latinoamericanos todavía no tienen presente esa lección del éxito económico asiático.
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