Con “Kiriku y la bruja”–y anteriormente “Up, una aventura de altura” y “Lorax: en busca de la trúfula perdida”- se completó el programa cinéfilo que se usó para abordar entre chicos de nueve colegios primarios de Mendoza diferentes temáticas, entre ellas por ejemplo el derecho a la diversidad cultural.
La iniciativa pedagógica-recreativa se trabajó con niños y niñas de sexto grado y la idea fue -antes y después de la proyección- pensar junto a sus maestros y compañeros acerca de ciertos temas.
La proyección de “Kiriku y la bruja” permitió que chicos de sexto grado de la Escuela Elvira Rawson de Dellepiane, reflexionaran sobre el derecho a la diversidad cultural. Se trabajó en talleres, primero con los conocimientos previos y luego desde la interpretación del filme. Esta película narra la historia de Kiriku un niño que tiene claro lo que quiere aun estando en el útero de su madre, y emprende una odisea para salvar a la gente de su pueblo, que se encuentra bajo el maleficio de una bruja que lo desprovee de agua y flores.
Lorena Pinto, maestra de la escuela Ricardo Báez, dijo al respecto: “Ojalá lo vuelvan a hacer, las cartillas nos ayudaron a trabajar la temática en la escuela. Los niños se fueron re contentos”.
Las funciones formaron parte del ciclo de cine para niños, niñas y adolescentes “Derecho al cine” que se organizó desde el programa Padre Jorge Contreras y el Área Artístico-Cultural de la secretaría de Extensión Universitaria (SEU) de la UNCuyo.
Por la sala del cine universitario pasó un promedio de 160 chicos por cada función –fueron tres, dos programadas y una tercera a pedido de los chicos-. Además se proyectó el corto del lanzamiento del tercer número de “La veredita regada”, una revista barrial que refleja un proceso de educación popular desarrollado por el programa Padre Jorge Contreras de la SEU. Este material audiovisual fue realizado por niños de la escuela Elvira Rawson de Dellepiane, del barrio Yapeyú.
Derecho al cine
El Ciclo que se apoya en el cine para la reflexión, está dirigido a niños, niñas y adolescentes y pretende aportar a la construcción de la cultura democrática. Es decir, promover espacios de discusión, construcción y disfrute de actividades y procesos culturales. En este proceso resulta importante destacar el rol de la Universidad, la cual a través de la SEU pretende acompañar a las organizaciones sociales y a las comunidades barriales en la construcción de realidades más justas e inclusivas.