El 14 de agosto de 1940, a través de la Resolución 323 del Consejo Superior, se creó el Hogar y Club Universitario que inició sus actividades en la calle Rivadavia 125 de la Ciudad de Mendoza. En el presente, el Comedor ofrece desayunos, almuerzos con menús variados y nutritivos con opciones vegetariana y celíaca, y delivery a un precio accesible para toda la comunidad universitaria. En esta nota, un breve repaso de su historia para festejar sus 80 años de vida.
Innumerables anécdotas se tejen a diario alrededor de este espacio que ha crecido con el tiempo y supo adecuarse a los cambios sociales, ideológicos y económicos que las diferentes etapas de la historia trajeron, buscando albergar en sus políticas la mayor cantidad de personas a través de un servicio destinado a estudiantes y personal universitario. Así, en todas las sedes del Comedor de la UNCUYO, la del Campus, la de la Facultad de Educación en la Ciudad de Mendoza, la de la Facultad de Ciencias Agrarias, en Luján, y la de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, en San Rafael, se apunta a cubrir la demanda de miles de estudiantes que no podrían afrontar solos los gastos diarios de un almuerzo completo y nutritivo.
Comedor saludable y ecológico
A mediados de 2014, y como consecuencia de los cambios de paradigma que ya se discutían en el mundo en cuanto a la explotación de los recursos naturales, los tipos y medios de producción de alimentos, las nuevas enfermedades a causa de la ingesta de hormonas y agro tóxicos, y las catástrofes por el cambio climático, el Comedor comenzó un proceso de cambio que definió sus ejes y metodología de trabajo de manera radical. De este modo surge la idea de un comedor Saludable, Ecológico, Accesible y Cultural que se mantienen hasta la actualidad, y como parte de un programa más amplio que se denominó “Universidad Saludable”, una certificación que obtuvo la UNCUYO en el país a través de la cual consolida un entorno de estudio, investigación y trabajo favorable a la salud y al bienestar físico-psíquico y social.
Incorporación de menú vegetariano, eliminación de descartables, expendio diario de frutas, eliminación de la venta de gaseosas con alta concentración de azúcares o de alimentos con grasas saturadas fueron las primeras acciones que se impulsaron. Pero el Comedor entendía que aún quedaban sectores por alcanzar y caminos por recorrer. Así, comenzó a incursionar en el compostaje, el desarrollo de una huerta, la incorporación del menú celiaco, la venta de frutas, verduras, helados y bebidas orgánicas a través de convenios con proveedores que fomentaban una producción amigable con el medio ambiente y un consumo menos nocivo para la salud. Además, se acercó a los productores de la economía familiar, fomentando de este modo los procesos económicos internos.
Por otro lado, el rol del Comedor creció de manera exponencial y sus funciones no se limitaron solo a garantizar el acceso de los estudiantes a la alimentación saludable a un bajo precio, sino que además debía alcanzar al resto del Campus y principalmente a los no docentes. Así nació el servicio de delivery, replicando calidad y cuidado en todo el predio.
Con el tiempo se conformó una red sólida y operativamente eficaz donde los controles nutricionales y bromatológicos se extienden desde el plato de comida que sale en las bandejas diarias hasta los eventos que se coordinan a través del servicio de catering que ofrece el Comedor.
A lo largo de sus ochenta años el Comedor se ha convertido en un importante medio de vinculación entre las personas que asisten y la gastronomía internacional, local, la cultura, el arte, los pueblos originarios, la perspectiva de género, el esparcimiento y la recreación, la educación y la formación, a través de de los diversos talleres, charlas, capacitaciones y eventos que se ofrecen.
Trabajando en conjunto con diferentes coordinaciones de la secretaria de Bienestar y con la Universidad en su conjunto, el Comedor contiene a miles de estudiantes que transitan sus pasillos a diario en este arduo camino que implica la vida universitaria, defiende y vela por el acceso a una alimentación balanceada, nutritiva y saludable y fomenta desde cada rincón el respeto hacia los derechos humanos, siendo un comedor inclusivo y accesible, cultural y tecnológicamente adaptado.
Números y obras
En el 2019 se entregaron más de 370 mil bandejas de almuerzo en los cuatros comedores de la UNCUYO. Además se vendieron 28273 desayunos en el buffet y se elaboraron 10469 viandas para el servicio de delivery.
También se recibió a más de 130 delegaciones y se organizaron 561 eventos de catering. De igual manera, se realizaron talleres, charlas informativas y promoción de alimentación consciente.
En cuanto a las reformas de los espacios se amplió el salón principal que permitió que almuercen 600 personas más por día. Además se remplazaron las luces alógena convencional por LED, para descomprimir la central eléctrica y fomentar el ahorro energético. En esa misma línea se incorporaron cargadores solares.
Se amplió la cantidad de sanitarios para usuarios y se remodelaron los baños y vestuarios para el personal. Se agregaron dos nuevas cámaras de frío y se sumó una cocina para la elaboración y depósito de alimentos.
También se realizó una remodelación del funcionamiento operativo de la cocina. Hay un nuevo sector con una mesada con bachas; se amplió el sector de la zona de lavado de vajillas y se instaló una nueva red de desagües, donde funciona un lavavajillas continuo que se incorporó en el 2018. Se renovó la pintura y la mampostería del techo de la cocina y se cambiaron algunos cerámicos.
Para poder mejorar los servicios y su mantenimiento, el personal se capacitó en instalaciones eléctricas, atención al público, técnica en cocina, liderazgo y trabajo, perspectiva de género, aires acondicionados y refrigeración, electricidad general, industrial y doméstica; articuladas con la Unidad Ejecutora de Capacitaciones (UEC), el Instituto Tecnológico Universitario (ITU), la coordinación de Derechos Humanos, Género y Cultura y el Instituto Arrayanes.
El Comedor durante el 2019 se convirtió en un espacio educativo, recreativo y cultural a través de intervenciones que fomentaron la reflexión y la sensibilización de la población universitaria acerca de las problemáticas referidas a género, consumo de agua, utilización responsable de los recursos naturales y celebración de la diversidad cultural en la región sudamericana.
Cabe destacar, que en el edificio del Comedor del Campus funcionan otras áreas como Acción Social, Derechos Humanos y Cultura, Defensoría Estudiantil, Compromiso Social, Salud Integral y Consejería de Género.