En una sesión extraordinaria realizada este miércoles 23 de diciembre y convocada por decisión del Rector, Daniel Pizzi, el Consejo Superior de la Universidad aprobó por amplia mayoría la decisión del Comité de Emergencia COVID-19 de suspender por el tiempo que sea necesario, la atención de la Sala de Internación “Dra. María Victoria Gómez de Erice”.
De esta manera, el órgano colectivo de gobierno de la UNCUYO, ratificó la posición que definió el Comité, de continuar con el proyecto a largo plazo de un centro asistencial con las características de “hospital de día”, pero al mismo tiempo, que se siga invirtiendo en la infraestructura necesaria para contar con un espacio útil para la salud pública provincial pero también con las acciones académicas que le dan razón de existencia.
Al mismo tiempo, el cuerpo accedió a la idea de que, llegado el caso, la sala de internación esté disponible ante la contingencia que se pudiera ocasionar, si se produce una “segunda ola” de la pandemia en la provincia.
Administración ordenada
El Comité de Emergencia COVID-19 de la UNCUYO, integrado por las máximas autoridades de siete facultades, entre otras, anunció días atrás, la suspensión de las labores de la sala de internación a raíz del nulo ingreso de pacientes con coronavirus.
La razón fundamental de esa decisión es que la Universidad no cuenta con los fondos necesarios para mantener una estructura ociosa que implica un gasto promedio de $5 millones mensuales ($3 millones en el caso de garantizar una guardia mínima).
Al tratarse de fondos de una Universidad pública, ese gasto implicaría erosionar fondos que podrían usarse en otros proyectos o carreras. Según el Comité, primó la idea de consolidar “una sana administración”, custodiando los fondos de esa Casa de Estudios.
En ese sentido se expresaron algunos integrantes del comité, invitados por el CS para explicar su accionar. Uno de ellos es el vicedecano de Ciencias Económicas, Miguel González Gaviola, quien señaló que el equipo analizó “tres escenarios posibles”: seguir con la sala como hasta ahora; garantizar una guardia mínima o suspender las actividades.
Las dos primeras alternativas significaban un alto costo presupuestario ya que, al no haber casi internados, habría ingresos nulos a partir de los convenios realizados con las distintas obras sociales. Por lo tanto, la Universidad debería afrontar íntegramente esos gastos. “De los 3 escenarios nos pareció que el más razonable es suspender la unidad de internación hasta que aparezca una necesidad desde el sistema de salud”, dijo González Gaviola.
En similar línea habló el decano de la Facultad de Cs. Médicas, Roberto Miatello, que además dejó en claro que el HU se asemeja más a un hospital de administración privada que pública. “Nuestro hospital funciona y se financia de forma más similar al sistema privado que al público”, dijo. “El sistema privado se está reestructurando hacia la forma original que tenía antes de la pandemia”, indicó, advirtiendo que muchos efectores privados adaptaron áreas para atender a pacientes COVID. “En este momento el personal que contrataron para atención COVID también ha sido desafectado o regresado a sus servicios originales si provenía de otros ámbitos”, añadió, marcando la similitud con lo que plantean para el hospital Universitario.
Cabe aclarar que varias de las autoridades presentes mostraron su repudio a las declaraciones del ex director interino del hospital, Jorge Juri, que trató de “ignorantes y faltos de sentido común” a quienes integran el Comité por la decisión tomada. De todos modos, y más allá de eso y de las cuestiones financieras, el propio comité supo reconocer la tarea del equipo profesional que trabajó en pandemia, tal como lo había mostrado al momento de comunicar la decisión de suspender las actividades de la sala
En la reunión del Consejo, la decana de Cs. Políticas y Sociales, también integrante del Comité, hizo este reconocimiento, tras sintetizar la historia del hospital y el particular proceso que se dio este año. “Jorge Juri (director nombrado interinamente en la pandemia) logró un muy buen trabajo con su equipo, con un gran sentimiento de pertenencia del hospital y que implicó incluso que muchos médicos volvieran a trabajar al hospital”, destacó. “Esto tiene un gran valor que no vamos a desconocer”, agregó.
Por otro lado, la vicedecana de Educación, Ximena Erice, también reconoció la tarea profesional y destacó que más allá de la suspensión, la idea del Comité “es seguir adelante con el proyecto del hospital”, que claramente implica no sólo la sala de internación sino también otros proyectos que permitan su utilidad para la formación académica de profesionales de la salud, para lo cual se siguen buscando fondos.
Sobre el final del encuentro, el rector, Daniel Pizzi, resaltó la tarea del Comité de Emergencia y ponderó además el aval del Consejo, remarcando la actitud dialoguista de la gestión. “Debemos tener muy claro que el diseño de la política institucional del hospital universitario se elabora y se aprueba en este Consejo”, celebró el Rector.