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Universidad y secretaría de Medio Ambiente tratarán efluentes líquidos para producir biocombustibles

Suscribieron un convenio por el cual se asocian en el proyecto universitario de planta piloto de tratamiento de efluentes líquidos urbanos a partir del cultivo intensivo de microalgas, del que se obtendrá aceite para generar biocombustibles, entre otros subproductos.

23 de noviembre de 2010, 15:42.

imagen Universidad y secretaría de Medio Ambiente tratarán efluentes líquidos para producir biocombustibles
El acto se tuvo lugar en la Sala de Situación de la gobernación. Firmaron el documento el rector Arturo Somoza y el secretario de Medio Ambiente, Guillermo Carmona, a quienes acompañaron el director de Protección Ambiental, Ricardo Debandi, y el director del proyecto, Jorge Barón, de la Facultad de Ingeniería.

Carmona agradeció la oportunidad de “poder trabajar una vez más en conjunto con la Universidad en temas estratégicos para la provincia”.

Para resaltar la importancia de esta iniciativa conjunta, puso como ejemplo las posibilidades que abre para encarar “el problema ambiental que representa la generación de lamas en El Nihuil” convirtiendo así “un pasivo en la posibilidad de llegar a nuevas metas positivas”.

Por su parte, el rector Somoza se felicitó por el hecho de que “se profundice un tema muy caro a la Universidad, como es la relación con el entorno, apuntando a que el conocimiento se transforme en procesos y servicios concretos”.

Pero, “más que nunca -subrayó- se hace necesaria esa relación cuando se multiplican las demandas energéticas y de desarrollo sostenible”. Valoró sobre todo, que proyectos de investigación como en este caso “tengan destinatarios y demandantes desde su comienzo, de tal manera que el trabajo científico no termine en la etapa previa a su aplicación”. 

A través del convenio, el Gobierno de Mendoza se incorpora al desarrollo del proyecto iniciado en la Facultad de Ingeniería en el 2009, para institucionalizar el estudio y tratamiento de líquidos residuales que se encuentra bajo su jurisdicción. Además, se prevé la búsqueda conjunta de fuentes de financiamiento hasta completar todo el proceso de instalación de la planta de tratamiento.

El proyecto

El proyecto dirigido por el ingeniero Barón, al frente de un equipo de una decena de especialistas, apunta a utilizar las aguas residuales de Mendoza como medio de cultivo para producir algas unicelulares, lo que a su vez se espera que mejore la calidad de los efluentes líquidos urbanos.  En particular se centrará este piloto en el uso de efluentes de las plantas de tratamiento de Campo Espejo, medio ideal para el cultivo de algas por su volumen y carga orgánica.

Con la iniciativa se busca además reducir la emisión de dióxido de carbono; producir biomasa de microalgas para obtención de biocombustibles, abono, pigmentos o antioxidantes y con ello agregar valor al proceso y obtener parámetros para generar luego una mayor escala de producción.

La secretaría de Medio Ambiente se compromete a viabilizar la obtención de muestras de agua de diversos cuerpos de la Provincia, incluyendo aguas residuales urbanas e industriales para ensayar cultivos de algas. La Universidad Nacional de Cuyo desarrollará cultivos de algas específicos para las aguas provistas lo que permitirá definir la factibilidad de futuros emprendimientos.

Antecedentes

El “Proyecto a-oil” de la Facultad de Ingeniería comenzó en 2009 a partir de experiencias previas realizadas en la Universidad mediante la conformación de un grupo de trabajo multi-disciplinario y la formulación de un plan de construcción y equipamiento de dos laboratorios, uno con iluminación artificial y otro con iluminación natural.

La investigación se propuso producir algas unicelulares para extraerles aceite y fabricar biodiesel y contó con financiamiento privado y permitió definir y determinar todos los procesos necesarios para la cría, selección, cosecha y extracción de aceites de algas unicelulares, en diversos medios de cultivo.

Además, se dimensionaron los procesos para disolución de dióxido de carbono en agua de cultivo.

Esta experiencia adquirida permitió conocer en detalle todas las etapas para la producción de aceite a partir de algas unicelulares y experimentarlas, a escala de laboratorio, en las condiciones propias de nuestra región.

Es importante destacar la trascendencia de esta nueva fuente de energía que permitirá generar alternativas ambientalmente sustentables para la sustitución de derivados del petróleo, pero sobre todo permitirá generar fuentes de trabajo y de riqueza genuinas, en nuestra región, a partir de la energía primaria del sol, sin utilizar tierra fértil ni consumir agua de riego.  Como si eso fuera poco, contribuirá a disminuir el efecto invernadero en base a la captura de dióxido de carbono, que es alimento para las algas.

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