Por Romina Espeche
Departamento Escenarios Latinoamericanos
08/05/06. En esta oportunidad el estallido tuvo lugar en el Estado de México Edomex, cuando policías municipales de Texcoco intentaron el miércoles 3 de mayo desalojar por la fuerza a un reducido grupo de trabajadores horti y floricultores.
Al enfrentamiento se sumaron integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FDPT) de San Salvador Atenco, que ocuparon una carretera federal y se enfrentaron violentamente con agentes de la policía estatal y federal. El saldo de “provocado” enfrentamiento tuvo dos muertos, uno de ellos Francisco Javier Cortés Santiago, de 14 años de edad; y un policía, decenas de heridos y más de 200 detenidos.
“Los compañeros del FDPT son adherentes a la Otra campaña y como tales cumplen con lo que hemos dicho que tenemos que apoyarnos unos a otros. Los compañeros de Texcoco pidieron apoyo porque iban a ser desalojados, ellos pidieron hablar con el presidente municipal del lugar, que pertenece al PRD. Les fue negado este derecho y los amenazaron con desalojarlos”, contó el líder zapatista a los medios mexicanos.
Por su parte el Subcomandante Marcos , decretó a partir de las 8 horas del día 4 el alerta roja para el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y las organizaciones de la Otra Campaña. Posteriormente regresó a San Salvador Atenco el 5 de mayo, acompañado por un gran número de personas, quienes afirmaban con fervor “no están solos”.
El líder del EZLN, denunció durante un mitín en su regreso la existencia de una sucia campaña de mentiras y linchamiento contra el FDPT.
“Ayer y hoy fuimos testigos de una campaña de mentiras y de linchamiento en contra del FDPT y del pueblo de San Salvador Atenco” sostuvo el subcomandante para el periódico mexicano La Jornada.
Mientras tanto el mismo periódico reprobó declaraciones del Presidente Vicente Fox y el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, con respecto a que los enfrentamientos en Texcoco habían sido provocados por un “pequeño grupo violento” y todo consistió en “una acción orquestada”. De esta manera el discurso oficial dejó ver claramente la coartada para justificar el recurso de utilizar, de manera irracional, a la fuerza pública y la represión.
El Secretario de Seguridad Pública del ámbito federal, Eduardo Medina Mora, reconoció que se cometieron abusos de autoridad, pero aseguró que se trató de un operativo “muy limpio”. Y sostuvo que si bien los disturbios del pasado 3 de mayo tuvieron como detonante el desalojo de los vendedores de flores en Texcoco, la reacción de los integrantes del FDPT hace pensar que estaban preparados para un enfrentamiento con la policía.
Del otro lado, los integrantes del FDPT aseguran: “A nosotros nos queda claro que todo esto no es un hecho aislado de toda la represión que el estado desata cuando La Otra Campaña, que significa organización y solidaridad entre los de abajo, pasan literalmente por los pueblos de México. Tampoco nos sorprende que el miedo que el sistema político tiene, otra vez se refleje con su represión encarcelando a nuestros compañeros”.
El FDPT deja claro una vez más que estos violentos disturbios responden a una provocación premeditada con el fin de encarcelar a compañeros, que dignamente, han ganado presencia, reconocimiento y respeto a nivel regional, nacional e internacional, a través de un único fin: invitar a la organización y la defensa de los derechos de los pueblos.
“Sabemos que esto último es un motivo suficiente para que el Estado vea en ellos un peligro, pues en la vía de los hechos el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, demostró que sí se puede derrotar a un puñadito de gobiernos prepotentes”, continuó declarando el FDPT en un comunicado del Centro de Medios Independientes – Chiapas.
Así, policías estatales y federales actuaron en detrimento de una burda maniobra de provocación que, por una parte, pretende justificar la violencia contra quines luchan y levantan sus banderas en rincones del país; y por otra parte, exterminar la organización que logró detener el arrebato de las tierras de los pueblos. “Lo que el Estado está buscando es cobrarse la afrenta que representó la férrea resistencia de hombres y mujeres por defender lo único que tenían, haciendo añicos un decreto presidencial”, reforzaron los compañeros del FDPT.
Finalmente exigieron a los gobiernos la libertad absoluta e incondicional de todos y cada uno de los presos políticos; el retiro inmediato de la policía de los alrededores de sus pueblos, como condiciones mínimas para llegar a establecer un diálogo con los gobiernos Estatal y Federal.