A través del Programa Mauricio López, el área de Vinculación del Instituto Tecnológico Universitario de la sede San Rafael, logró avanzar en su proyecto de extensión de incentivo de buenas prácticas agrícolas, en una escuela secundaria agrotécnica de la región. Se trata de la Escuela Martín Güemes, del distrito La Llave, donde estudiantes, docentes y productores se reunieron para participar del primer taller sobre armado de trampas para control de plagas.
Uno de los objetivos del proyecto es la confección de 100 trampas que serán ubicadas estratégicamente en los frutales de la Escuela y entregadas a aquellos productores interesados en monitorear al menos 1 hectárea. La herramienta permitirá determinar la presencia de plagas para poder controlarlas.
“En dos horas de trabajo logramos elaborar 35 trampas, junto a 23 estudiantes de 2º año. El armado se realizó en el espacio de Taller preprofesionalizante. Nos acompañan en este proyecto la Fundación COEPIO - ISCAMEN y Escuela Martín Güemes”, destacó Carina Irigo, vinculadora de la Sede ITU UNCUYO, de San Rafael. Las trampas -explicó- son una fuente sustentable de monitoreo y control de taladrillo que afecta a frutales como la ciruela.
Una de las trampas de control
La trampa para combatir el taladrillo de los frutales (Scolytus rugulosus Ratz) utiliza un embudo blanco con etanol para capturar el insecto que es atraído por el olor de esa sustancia, interceptando su vuelo. Al chocar con las aletas, el taladrillo puede ser atrapado y deslizado por el embudo al recipiente donde se recolecta y muere.
Con este procedimiento es posible detectar el momento en el que el insecto está presente en el cultivo, previo a que ingrese a la planta, y tomar las medidas necesarias para su tratamiento. Los picos de vuelo para la zona sur de Mendoza suelen suceder a mediados de octubre y principios de noviembre.